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Por: John MacArthur

Este artículo forma parte de la serie: «Devocional Acércate a Dios«

«Me gozo y regocijo con todos vosotros» (Filipenses 2:17).

El gozo verdadero está directamente relacionado con la vida piadosa.

El libro de Filipenses a menudo es llamado la epístola del gozo y con razón, porque su tema principal es el gozo del creyente. Pablo amaba a los cristianos de Filipos y ellos a él. Cuando supieron que había sido encarcelado por predicar el evangelio, los Filipenses se preocuparon profundamente por el apóstol.

Pablo escribió para aliviar los temores de ellos y animarlos a que se gozaran. Acerca de su propia situación, Pablo dijo lo siguiente: «Aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros» (Filipenses 2:17-18).

Los sacrificios de animales que practicaban los judíos a menudo se acompañaban con una ofrenda bebida o libación (por ejemplo, Números 15:1-10). El animal era el sacrificio mayor, la libación era el menor. En base a esa imagen, Pablo le dio mayor importancia a la fe y al bienestar espiritual de sus lectores que a su propia vida. El sufrir por el amor de Cristo le producía gozo, por lo que deseaba que los Filipenses entendieran esa perspectiva y se regocijaran con él.

Además, quería que entendieran que el gozo no opera en el vacío, sino que está directamente relacionado con la vida piadosa. Cristo es su fuente y la obediencia su sustento. Vemos eso en el clamor de arrepentimiento que David expresó: «Vuélveme el gozo de tu salvación» (Salmos 51:12). Pablo conocía el gozo del Señor porque confiaba en Cristo y obedecía su voluntad.

La escasez de gozo y piedad en el mundo de hoy hace que sea imperativo que los cristianos manifiesten tales características. Con ello, otros podrían ver nuestras buenas obras y glorificar a nuestro Padre que está en los cielos (Mateo 5:16).

En los siguientes días estudiaremos varios aspectos del gozo y la piedad que señalan los libros de Filipenses (1:1-11) y Colosenses (1:9-12). Oro para que sientas ansiedad por aprender de la Palabra de Dios y obedezcas voluntariamente lo que aprendas, porque allí se muestra el «gozo inefable y glorioso» (1 Pedro 1:8).

Sugerencias para la oración: Pídele al Espíritu Santo que use nuestros estudios diarios para fortalecer tu gozo y aumentar tu piedad. Intenta imitar la actitud Pablo en cuanto a preferir a los demás antes que a ti mismo, un elemento clave en la vida gozosa.

Para un estudio más profundo: Lee el libro de Filipenses, señala cada referencia al gozo. ¿Qué le produjo gozo a Pablo? ¿De qué o en quién confías para gozarte?


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