Por: A. W. Pink
Ahora veamos algunos de los correctivos para esta condición:
1. La mejor manera de combatir el dormir espiritual es mediante la fe puesta en la persona y las perfecciones de Cristo. Esto no significa hacer un retiro monástico, ni el abandono de nuestra conexión legítima con el mundo; más bien significa fijar nuestras mentes y afectos en la excelencia trascendente del Salvador. Esto nos preservará de ser hipnotizados por los anzuelos de Satanás. Una contemplación creyente y llena de adoración de Aquel que es «el más hermoso de los hijos de los hombres» apagará el fulgor de los objetos más atractivos de este mundo. Cuando Aquel que es «todo codiciable» es contemplado por ojos ungidos, los caminos floridos de este mundo se convierten en un triste desierto, y el alma es vivificada para buscarlo a Él, hasta que pueda ver al Rey en su hermosura cara a cara.
2. Mantener frescos los sufrimientos de Cristo en nuestros corazones, nos alejará de los rivales temibles, e inspirará grande obediencia para Él. «Porque el amor de Cristo [particularmente Su amor al morir] nos constriñe» (2 Corintios 5:14)
3. Orar diariamente para que Dios nos avive y vivifique.
4. Estar doblemente en guardia cuando las cosas van bien.
5. Mantener una esperanza viva de la venida de Cristo (Hebreos 9:28).
6. Atender a exhortaciones tales como Hebreos 12:2–3, al no permitir que nuestro vigor desmaye.
7. Tomar toda la armadura de Dios (Efesios 6:13–18)
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