Por: John MacArthur
Este artículo forma parte de la serie de devocionales «Fortaleza para hoy»
«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna». JUAN 3:16
El amor de Dios es vicario y sacrificial.
Hoy continuamos un breve estudio de un tema que trae alegría a cada cristiano: el amor de Dios. Tanto Pablo como Juan llaman a su amor «grande» (Efesios 2:4, 1 Juan 3:1), porque solo un gran amor proporcionaría un sacrificio tal como el que hizo Dios en Cristo.
Ya hemos visto que el amor de Dios es incondicional, no correspondido y justo. El amor de Dios también es vicario; lleva el dolor de los demás. En una profecía acerca de Cristo, Isaías escribió: «Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores» (53:4). Cristo soporta nuestras penas terrenales y —lo más significativo aun— soportó el dolor y el castigo por nuestros pecados.
El verdadero amor es un amor sacrificado que da sin esperar nada a cambio. Dios da muchas cosas buenas a todos y dio el mayor regalo de todos, su Hijo. Como enseña Juan 3:16, el amor fue lo que lo motivó a enviar a Cristo a morir; porque quería proporcionarnos la salvación.
Insisto, debemos examinarnos tras ver el amor de Dios. Gálatas 6:2 dice: «Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo». ¿Está usted animando y ayudando a otros cristianos en dificultad? Además, pregúntese si ama sin importar el sacrificio. Algunos «amarán» hasta el punto en que les duela o que les sea conveniente, pero no más. Sin embargo, Jesús nos ordena: «Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos» (Lucas 6:35). El amor no siempre es fácil, pero siempre es lo mejor.
Se podría decir mucho más sobre el amor de Dios. Incontables libros e himnos han sido escritos al respecto. En estos pocos párrafos solo podemos obtener una comprensión básica. Pero deje que esta introducción sirva como punto de partida para un estudio de toda la vida acerca del amor de Dios. Es uno de los mejores temas que hay en la Biblia; no se lo puede perder
Sugerencias para la oración: Ore por fortaleza para soportar las cargas de los demás y amar con amor sacrificial.
Para un estudio más profundo: Jesús habla sobre su amor por nosotros en Juan 15:9-17. ¿De qué manera debemos responder al amor de Dios? Basado en estos versículos, piense en formas específicas en que pueda mostrar su amor por Dios y por los demás.
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