Por: Thomas Brooks
Génesis 3:1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
Satanás tiene muchas estratagemas para engañar, enredar y deshacer las almas de los hombres. Sabe que si presenta el pecado con su verdadera naturaleza y vestimenta, el alma huirá de él y no cederá. Lo presenta a nosotros pintado con los colores de la virtud, para vencernos con más facilidad y que nos deleitemos en cometerlos.
Presenta la codicia como buena administración y la embriaguez como buena comunión. Pero el pecado es igual de sucio y vil cuando se pinta con los colores de la virtud. Una píldora envenenada es igual de venenosa cuando está cubierta con oro, y un lobo sigue siéndolo cuando usa piel de cordero. El diablo nunca deja de ser él cuando aparece como un ángel de luz.
Cuando el pecado se ve bajo el disfraz de la virtud, es muy peligroso para las almas de los hombres. Las víboras más peligrosas se encuentran bajo las flores más dulces. ¡Almas! cuando descanséis en el lecho de muerte, o cuando estéis ante el trono del juicio, el pecado será desenmascarado de todas sus vestiduras y sus túnicas serán quitadas. Entonces aparecerá más vil, sucio y terrible que el mismo infierno. Aquello que antes pareció dulce se mostrará muy amargo. ¡Cuán grande es la vergüenza cuando de verdad se ve el pecado! Una mirada al pecado ahora, y tendrás que mirarlo en la eternidad, y de la forma en que Dios y la conciencia te lo presentarán.
Considera que estos mismos pecados que Satanás pinta con virtud, también costaron la sangre del Señor Jesús en sufrimiento y muerte. El que lleva el cetro del cielo fue escupido y clavado a la cruz. ¡Cómo debería esto provocar en nuestros corazones el hacer venganza sobre el pecado! El pecado asesinó al Señor de la gloria. Fue bueno el consejo que alguien dio: «Nunca dejes escapar de tu mente el pensamiento del Cristo crucificado». Que esa sea tu comida y tu bebida, tu dulzura y tu consuelo, tu miel y tu deseo, tu lectura y tu meditación, tu vida, tu muerte y tu resurrección.
*Thomas Brooks (1608-1680): Predicador congregacional; autor de Preciosos remedios contra las artimañas de Satanás (Precious Remedies against Satan’s Devices). Lee más datos biográficos EN ESTE ENLACE.
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