Por: John Piper.
Este artículo forma parte de la serie: Dios es soberano
DIOS ESTÁ DERROTANDO A SATANÁS MEDIANTE SATANÁS.
La sabiduría de Dios aparece más plenamente, y Su superioridad sobre Satanás en todo sentido brilla más, no solamente en una demostración de mero poder, sino en las múltiples formas en que lleva a Satanás a la ruina. Una de esas formas es hacer que Satanás sirva a los propósitos santificadores de Dios en la vida de Sus hijos. Debe enfurecer a Satanás que los caminos de Dios sean tan puros y brillantes, que Satanás no solo no los obstruya, sino que los sirva involuntariamente.
Lo que tengo en mente es la “espina en la carne” de Pablo, de la que nos habla en 2 Corintios 12:1-10. A Pablo se le había concedido una visión sobrenatural del cielo (2Co 12:1-4). Dios había otorgado a Pablo este privilegio, sabiendo que le tentaría a enaltecerse. Dios consideró que el regalo valía la pena ante los problemas que se avecinaban. Su respuesta a esta peligrosa tentación de orgullo fue la de procurar (providencia) que Pablo tuviera una espina en la carne. Pablo nos dice esto con una frase impresionante sobre el objetivo de Dios de santificarlo, ¡y la mano involuntaria de Satanás en ello!
Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones, por esta razón, para impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca (2Co 12:7).
A mitad y al final de este versículo se menciona el propósito de la espina: “para impedir que me enalteciera… para que no me enaltezca”. Ahora bien, ese no es el designio de Satanás. Satanás no impide el enaltecimiento; lo ayuda. Este es el diseño de Dios para la espina de Pablo: la humildad y la confianza. Sin embargo, la espina es llamada “un mensajero de Satanás”. En formas que exceden nuestra plena comprensión, Dios puede aprovechar el odio de Satanás hacia Pablo y hacer que sirva a los propósitos mismos de Dios de producir humildad, pureza y gozo en Pablo.
Si esto hace que Satanás parezca un tonto, así debe ser. Pero ten cuidado. Cada pecado que cometes es igualmente irracional y autodestructivo. El pecado y Satanás son, en esencia, irracionales. Satanás pone de forma suicida en el corazón de Judas la traición a Jesús, con el resultado de que el propio Satanás queda desarmado (Lc 22:3; Col 2:15), y Satanás actúa de la misma manera autodestructiva al dar a Pablo una espina en la carne para que los propios designios de Satanás para perjudicar a Pablo sin querer lo humillen y lo hagan confiar más gustosamente en la gracia de Jesús.
Así, el resultado del ataque de Satanás a Pablo no es solo la exposición de su irracionalidad autodestructiva, sino también la revelación de la totalmente satisfactoria gracia de Cristo:
Tres veces le rogué al Señor que me la quitara; pero él me dijo: “Te basta con Mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad”. Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre Mí el poder de Cristo (2Co 12:8-9, NVI).
Creo que esto se acerca a la razón por la que Dios permite que Satanás exista y traiga daño a corto plazo al pueblo de Dios. Esto se convierte en una oportunidad no solo para mostrar la mayor gloria de la sabiduría, el poder y el valor de Cristo, sino también para mostrar la satisfacción superior que esta gloria da a Su pueblo, en comparación con lo que Satanás puede dar. Esto nos lleva a la estrategia divina final para derrotar a Satanás.
Puedes seguirnos en WhatsApp,Messenger,Facebook, Telegram o Youtube. También puede suscribirse a nuestro boletín por correo electrónico.