Por: John MacArthur
Este artículo forma parte de la serie: «Devocional Acércate a Dios«
«Según la operación del poder de su fuerza [de Dios], la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos» (Efesios 1:19-20).
En Cristo tienes todo el poder que siempre necesitarás.
La resurrección de Jesucristo es la gran esperanza de los creyentes. Porque Él vive, nosotros también viviremos (Juan 14:19). Pedro afirmó que [Dios] «nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible» (1 Pedro 1:3-4). Nosotros y lo que tenemos estamos protegidos por el poder de Dios (v. 5).
En Efesios 1:19-20, Pablo hace dos comparaciones. La primera es entre el poder que Dios mostró en la resurrección y ascensión de Cristo y el poder que muestra en favor de cada creyente. Ese poder se describe como «trabajo», «fortaleza» y «potencia» de Dios. Juntos, esos sinónimos enfatizan la grandeza del poder de Dios, que no solo garantiza nuestra salvación sino que también nos capacita para tener vidas piadosas.
La segunda comparación es entre la resurrección y ascensión de nuestro Señor y la resurrección y ascensión de nosotros. La tumba no pudo retenerlo ni puede retenernos (1 Corintios 15:54-57). Satanás mismo no pudo evitar la exaltación de Cristo, ni puede impedir que recibamos nuestra herencia eterna.
En Cristo tienes todo el poder que siempre necesitarás. Para alcanzar a los perdidos tienes al evangelio mismo, que «es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree» (Romanos 1:16). En tiempos difíciles, tienes la seguridad de que la supereminente grandeza del poder de Dios está obrando en ti (2 Corintios 4:7). Para una vida santa, tienes a Dios mismo obrando en ti «por su buena voluntad» (Filipenses 2:13).
No importa lo débil o mal equipado que puedas sentirte a veces, percátate de que Dios es «poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros [en ti]» (Efesios 3:20). Así que sigue esforzándote de acuerdo a ese poder (Colosenses 1:29), pero hazlo con la confianza de que, en última instancia, Dios cumplirá su bien en tu vida.
Sugerencias para la oración: Agradece a Dios que puede y logrará sus propósitos en tu vida (Filipenses 1:6; 1 Tesalonicenses 5:24). Ora por sabiduría para que sepas la forma en que podrías servirle mejor a Él.
Para un estudio más profundo: Lee el Salmo 145 y señala cada mención del poder de Dios que David hace. Permite que esos ejemplos llenen tu corazón con confianza y alabanza.
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