Por: Norman Geisler.
Este artículo forma parte de la serie: «Enigmas y supuestas “Contradicciones” Bíblicas»
ÉXODO 20:5 a – ¿Se pone Dios celoso?
PROBLEMA: La Biblia no sólo dice aquí que Dios es un «Dios celoso», sino que también declara que su mismo «nombre es Celoso» (Éx. 34:14). Por otra parte, los celos son pecado. Pero, si Dios es absolutamente santo, entonces, ¿cómo puede ser celoso?
SOLUCIÓN: Dios es celoso en el buen sentido de la palabra, a saber, Él es celoso del amor y la devoción de su pueblo (cf. Éx. 20:5). Pablo hablaba de un «celo de Dios» (2 Cor. 11:2). Los versículos sobre el celo de Dios están todos en el contexto de la idolatría. Como cualquier verdadero amante, Dios se pone celoso cuando cualquier persona o alguna cosa le roba la devoción de su amado.
Los celos humanos a menudo consisten en codiciar lo que no nos pertenece. Sin embargo, el celo de Dios es proteger lo que le pertenece a Él, a saber, su propia supremacía. No es pecado el que Dios demande lealtad de sus criaturas porque Él es el Creador. Y él sabe que es mejor para ellos si no hacen una entrega máxima a lo que es menos que lo máximo (ídolos). Sólo una entrega máxima a lo que es realmente lo Máximo satisfará finalmente el corazón humano. Dios es celoso para proteger esto.
*El Dr. Norman Geisler es autor o coautor de unos cincuenta libros y centenares de artículos. Él ha enseñado en la universidad y a nivel de graduados por cuarenta y tres años. Ha dado conferencias y presentado debates en cincuenta estados y en veinticinco países de seis continentes.
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