Por: John MacArthur
Este artículo forma parte de la serie: «Devocional Acércate a Dios«
«[Oro] para que sepáis… cuáles [son] las riquezas de la gloria de su herencia en los santos» (Efesios 1:18).
La forma en que percibes tus recursos espirituales dicta el modo en que vives. lo largo de Efesios 1, el apóstol Pablo claramente se sorprende con la magnificencia de nuestra herencia en Cristo. Aquí ora para que sepamos las riquezas de su gloria.
Algunos comentaristas ven la frase «su herencia» como una referencia a los creyentes, que son herencia de Dios o posesión adquirida (v. 14). Esa opinión destaca el valor que Dios nos da como creyentes, como lo demostró con la muerte de Cristo, el perdón de nuestros pecados y la gracia abundante que nos prodiga (vv. 7-8).
Otros la ven como una referencia a la herencia del creyente, la que Pablo llama «su herencia» puesto que Dios es su fuente. Así como su «llamado» (v. 18) salió de Él y fue recibido por los creyentes, su herencia también proviene de Él.
Ambos puntos de vista son teológicamente sólidos, pero el segundo parece más coherente con el énfasis de Pablo en los versículos 11 y 14. En cualquier caso, el punto de Pablo es claro: la redención y las bendiciones que la acompañan son tan profundas que debemos tener ayuda sobrenatural para entenderlas. Es por eso que oró por nuestra iluminación (v. 18).
Esa iluminación es crucial puesto que el modo en que percibes tus recursos espirituales dicta la manera en que vives. Si, por ejemplo, te das cuenta de que tienes recursos para una vida piadosa (Efesios 1:3), es menos probable que sucumbas a la tentación. Saber que Dios te ha dado lo mejor en Cristo (Romanos 8:32) te asegura que Él no te retendrá cosas menores y, en consecuencia, no tenderás a preocuparte por las necesidades terrenales. Entender que ya recibiste «gracia sobre gracia» (Juan 1:16), vida abundante (Juan 10:10) y «todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad» (2 Pedro 1:3), te hace confiar en que la gracia y los recursos futuros de Dios serán más que suficientes (2 Corintios 12:9).
Permite que eso te motive a alabar a tu rico y glorioso Dios por su rica y gloriosa herencia.
Sugerencias para la oración: Agradece a Dios por el privilegio de ser su hijo. 8 Memoriza Efesios 1:3 y 2 Pedro 1:3, recítalos a menudo como himnos de alabanza por la abundante gracia del Señor.
Para un estudio más profundo: Lee 2 Corintios capítulos 11 y 12. ¿Qué tipo de pruebas enfrentó Pablo? ¿Cómo respondió Dios a la oración de Pablo para que quitara su «aguijón en la carne»?
8 ¿Cómo puede influir la respuesta de Pablo en ti cuando te enfrentes a las dificultades?
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