Por: Gary Chapman.
Este artículo forma parte de la serie «Devocionales para matrimonios«
No se preocupen por su propio bien, sino por el bien de los demás. 1 CORINTIOS 10:24
Muchos consejeros coinciden en que uno de los principales problemas del matrimonio es la toma de decisiones. En la mente de muchos recién casados se pintan visiones de democracia, pero cuando hay solo dos votantes, la democracia muchas veces llega a un punto muerto. ¿Cómo avanza entonces la pareja? La respuesta está en una sola palabra: amor.
El amor siempre pregunta: ¿Qué te beneficia? Como escribió Pablo en 1 Corintios, los creyentes deben preocuparse más por lo que beneficia a otros que por lo que puede serles útil o placentero a ellos mismos. El amor no exige que las cosas se hagan a su manera. El amor busca complacer al ser amado. Por ese motivo los cristianos deberían tener menos dificultades para tomar decisiones que los no cristianos. A todos se nos llama a amar. Si amo a mi esposa, no trataré de imponerle mi voluntad por motivos egoístas. Más bien tomaré en cuenta lo que más la beneficia a ella.
Poner a mi cónyuge, la persona que amo, por encima de mí mismo es un concepto simple, Señor, y sin embargo muy difícil. Necesito tu ayuda. Haz que al tomar decisiones como pareja seamos de los que conceden en lugar de los que exigen. Ayúdame a ser amoroso en mi manera de tomar decisiones.
*Gary Chapman, Está casado con Karolyn J.Chapman y tiene dos hijos adultos. Se licenció en el Moody Bible Institute en artes, y tiene una licenciatura en antropología por la Wheaton College.
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