Por: Jeremiah Burroughs*
Este artículo forma parte de la serie: El contentamiento cristiano
La tranquilidad de corazón no se opone a esforzarse por salir de las aflicciones actuales mediante el uso de medios permitidos. Es más, puedo buscar provisiones para mi liberación y usar los medios de Dios, esperando en Él, ya que sé que puede ser Su voluntad alterar mi condición. Y hasta donde Él me guíe, puedo seguir Su providencia. Esto no es más que mi deber. Hasta ahora Dios es misericordiosamente benévolo para con nuestra debilidad, y no se lo tomará mal en nuestras manos si con una oración sincera e inoportuna lo buscamos por liberación hasta que sepamos Su buena voluntad con el asunto.
Ciertamente, buscando ayuda con tal sumisión y santa resignación de espíritu en ser liberados cuando Dios quiera y como Dios quiera, de modo que nuestras voluntades sean fundidas en la voluntad de Dios, esto no se opone a la tranquilidad que Dios requiere en un espíritu contento.
Fragmentos tomados del libro «La rara joya del contentamiento cristiano», puede obtener más detalles de este libro AQUÍ.
*Jeremiah Burroughs (1599-1646) fue amado por su predicación y su espíritu amable y fue perseguido por su inconformidad con la Iglesia de Inglaterra. Sintiéndose obligado a huir a Holanda por un tiempo, finalmente regresó a Inglaterra y predicó en las congregaciones de Stepney y Cripplegate en Londres, dos de las congregaciones más grandes de Inglaterra. También sirvió como miembro de la Asamblea de Westminster hasta su muerte en 1646.
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