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Por: A. W. Tozer
Este artículo forma parte de la serie «Encuentros con el Dios Todopoderoso»
¡Oh SEÑOR, cuán numerosas son tus obras! ¡Todas ellas las hiciste con sabiduría! ¡Rebosa la tierra con todas tus criaturas! SALMO 104:24
Puede que te resulte difícil de creer, pero Dios está tan por encima de un arcángel como de una oruga. Ya sabes lo que es una oruga: es un pequeño gusano del tamaño de tu dedo, cubierto de pelo. Y, por supuesto, no es una cosa de muy alta categoría. Nunca ha estado en la sociedad. No es gran cosa, es solo un gusano. Y hay que observarlo con mucha atención para saber si se mueve hacia el oeste o hacia el este, porque se ve igual, desde donde se le mire. Así es la oruga. Un arcángel, en cambio, es esa santa criatura que vemos junto al mar de Dios, en presencia del trono de Dios.
Esa poderosa criatura tiene un rango un poco superior al de los ángeles, así como el hombre se creó por un tiempo un tanto inferior. Ese ser puede mirar el rostro de Dios a cara descubierta. Ese es el arcángel. Jamás estuvo en pecado, y nadie sabe cuán inmenso puede ser. Y, sin embargo, Dios está muy por encima de ese arcángel como lo está de la oruga. ¿Por qué? Porque tanto el arcángel como la oruga son criaturas. Y Dios es el no creado que no tuvo principio, el que existe por sí mismo que nunca se creó, pero que solo era Dios, que hizo todas las cosas.
Señor, ¡qué asombroso es que estés infinitamente por encima de mí y, sin embargo, me ames! Adoro tu majestad y descanso en tu amor. Amén.
*A. W. Tozer fue un pastor cristiano estadounidense, predicador, escritor, editor de revista y conferenciante bíblico, lea la biografía de Tozer EN ESTE ENLACE.
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