Por: Mark Hitchcock
Este artículo forma parte de la serie: «101 respuestas a preguntas sobre Satanás, demonios y guerra espiritual»
Uno de los documentos oficiales distribuidos a los guardias nazis que supervisaban los campos de exterminio de la Segunda Guerra Mundial incluía estas palabras: “La ley del campo es que los que van a la muerte deben ser engañados hasta el final”. De la misma manera, Satanás y sus demonios quieren engañar a la gente hasta el final. Su principal método de engaño es diseminar falsa doctrina. 1 Timoteo 4:1 nos recuerda: “El Espíritu dice explícitamente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”. Este versículo establece un claro contraste entre lo que el Espíritu Santo está diciendo en los últimos tiempos y lo que están diciendo los espíritus engañadores y los demonios.
Satanás es el autor intelectual de una campaña de engaño masivo. Él sabe que el hombre es incurablemente religioso, que los hombres doblarán la rodilla en algún santuario. Así que usa la religión falsa y la enseñanza falsa para mantener a la gente engañada hasta que sea demasiado tarde. Es posible que haya escuchado la ilustración de que una gota de cianuro en una jarra de agua es suficiente para matarlo. Lo mismo es cierto con la doctrina y la enseñanza. Mucho de lo que se dice puede ser veraz, pero una gota de error grave es suficiente para matar espiritualmente. Los espíritus engañadores son los instrumentos que utiliza Satanás para generar estas falsas enseñanzas. Las doctrinas de los demonios son las ideas mortales que producen. Hace años, escuché a alguien decir: “Cuanta más verdad contiene un error, más peligroso es”. Satanás se complace en dar a la gente la verdad siempre que pueda exprimir sus gotas de veneno.
Fuente: 101 respuestas a preguntas sobre Satanás, demonios y guerra espiritual.
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