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Por: Ron Rhodes.*

Este artículo forma parte de la serie ¿Qué dice la Biblia acerca de …?

Cristo resucitó físicamente (Lucas 24:39). Tengo que señalar, sin embargo, que hay dos pasajes claves en el Nuevo Testamento que algunas sectas malinterpretan para enseñar que Jesús resucitó como criatura espiritual: 1 Corintios 15:44-50 y 1 Pedro 3:18. Veamos estos pasajes durante un momento.

1 Corintios 15:44-50. Es verdad que el cuerpo de resurrección se llama «cuerpo espiritual» en 1 Corintios 15:44. Pero el significado primario de «cuerpo espiritual» aquí, no es un cuerpo inmaterial, sino un cuerpo sobrenatural dominado por el espíritu. Las palabras en griego soma pneumatikos (traducidas como «cuerpo espiritual» en este versículo) se refieren a un cuerpo dirigido por el espíritu, en oposición a un cuerpo bajo el dominio de la carne.

No se puede disputar el hecho de que la palabra griega soma o «cuerpo», al usarse en referencia a una persona, significa siempre cuerpo físico en el Nuevo Testamento. No hay excepciones a esta regla. El académico y estudioso del griego Robert Gundry en su libro Soma in Biblical Theology [El soma en la teología bíblica], habla del «uso sin excepción que hace Pablo de la palabra soma en referencia al cuerpo físico». De allí que toda referencia al «cuerpo» [soma] de resurrección de Jesús en el Nuevo Testamento deba tomarse como cuerpo físico resucitado. Esto apoya la interpretación de que la frase «cuerpo espiritual [soma]», en 1 Corintios 15:44 se refiere a un cuerpo físico sobrenatural y dominado por el espíritu.

El contexto de 1 Corintios 15 indica que la intención de Pablo fue que en los versículos 40-50, el significado fuera «sobrenatural» digo esto porque los contrastes en los versículos 40-50: «Terrenal-celestial», «perecedero-imperedecero», «débil-fuerte», «mortal-inmortal» muestran que la traducción «sobrenatural» como contraste con «natural» se condice más con la línea de argumentación de Pablo, que si entendemos el término como «espiritual».

1 Pedro 3:18. Este versículo dice: «Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida».

El versículo no hace referencia a una resurrección espiritual de Cristo sino a la resurrección física, por el Espíritu. Creo que nos está diciendo que Jesús fue levantado de entre los muertos o «reavivado» por el Espíritu Santo. De hecho, Dios no resucitó a Jesús como espíritu, sino que le resucitó por Su Espíritu. Esto se condice con Romanos 1:4 que nos dice que fue «según el Espíritu de santidad» que Jesús fue «designado con poder Hijo de Dios por la resurrección».

Por supuesto, esto no niega que el Padre y el Hijo participaran de la Resurrección también. Con frecuencia se nos dice que Dios Padre resucitó a Cristo de entre los muertos (Hechos 2:32; 13:30; Romanos 6:4; Efesios 1:19,20). Pero sin disminuir el rol clave del Padre en la Resurrección, es igual de claro en las Escrituras que Jesús Se resucitó a Sí mismo de entre los muertos (Juan 10:17,18). De allí que vemos que cada una de las tres personas de la Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, tuvieron participación en la resurrección de Cristo.

Uno de los principios fundamentales en la interpretación de la Biblia es que las Escrituras interpretan a las Escrituras. Este principio indica que si uno interpreta un pasaje en particular de modo que se contradiga claramente con otros versículos de la Biblia, su interpretación es incorrecta. Es esencial la armonía en las Escrituras.

En vista de este principio no hay posibilidad de interpretar 1 Pedro 3:18 como para que signifique que Jesús fue resucitado de entre los muertos en un cuerpo espiritual, observemos los siguientes datos y hechos, derivados de otros pasajes clave en las Escrituras

• El mismo Cristo resucitado dijo: «Miren mis manos y mis pies. ¡Soy yo mismo! Tóquenme y vean; un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que los tengo yo» (Lucas 24:39). Veamos aquí tres cosas: 1) el Cristo resucitado indica en este versículo que Él no es un espíritu; 2) el Cristo resucitado indica que Su cuerpo de resurrección es de carne y huesos; 3) las manos y pies de Cristo son prueba física de la materialidad de Su resurrección de entre los muertos.

• En Juan 2:19-21 encontramos confirmación del Padre de la resurrección física de Cristo, en las palabras de Jesús: «Destruyan este templo -respondió Jesús, y lo levantaré de nuevo en tres días. [Y los judíos respondieron] -Tardaron cuarenta y seis años en construir este templo, ¿y tú vas a levantarlo en tres días? Pero el templo al que se refería era su propio cuerpo». Aquí Jesús dijo que resucitaría físicamente de entre los muertos y no como criatura espiritual.

• El Cristo resucitado comió alimento en cuatro ocasiones. Lo hizo para probar que tenía un cuerpo físico real (Lucas 24:43-43; Hechos 1:4). Habría sido un engaño de parte de Jesús ofrecer como prueba de Su resurrección física esta capacidad para comer, si no hubiera resucitado en un cuerpo físico.

• Distintas personas tocaron el cuerpo físico resucitado de Cristo. Por ejemplo, María le tocó (Juan 20:17), y también algunas mujeres (Mateo 28:9). Y Jesús desafió a los discípulos a que le tocaran para que tuvieran la certeza de que Su cuerpo era material (Lucas 24:39).

• El cuerpo «sembrado» en la muerte es el mismo cuerpo resucitado a la vida (1 Corintios 15:35-44). Lo que va a la sepultura es lo que resucita a la vida (ver versículo 42).

Tomado del libro ¿Qué dice la Biblia acerca de …? de Ron Rhodes 

*El Dr. Ron Rhodes recibió su Th.M. y Th.D. grados en teología sistemática del Seminario Teológico de Dallas, graduándose con honores. Actualmente es el presidente de Reasoning from the Bibles Ministries, una organización de apologética ubicada en Texas. 


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