No olvides compartir ...

Por: Charles Stanley

Ninguna mente ha imaginado lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman. 1 CORINTIOS 2.9, NTV

¿Se siente tentado a soñar con pasión en lo que desea de corazón y a imaginarse cómo sería disfrutar de eso a plenitud? Si es así, tal vez esté predisponiéndose a una caída.

¿Por qué? Porque lo que usted piensa determina cómo vive. Y cuando ansía ciertas situaciones, forma expectativas en su mente. Sus anhelos crecen y sus pensamientos corren el riesgo de transformarse en deseos impíos. A la larga usted se apoya en su propio entendimiento de las circunstancias en lugar de confiar en las bendiciones de Dios… y cuando eso sucede, el pecado y la desesperanza siguen con certeza. Como Santiago 1.15 (NVI) testifica: «Cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado».

La buena noticia es que su imaginación no se equipara a la del Señor. Sin que importe cuán maravillosas cosas pueda concebir, la provisión de Dios para usted es incluso mejor (Efesios 3.20).

Así que cuando se sienta tentado a soñar acerca de lo que desea su corazón, detenga en seco el pecado enfocándose en la fidelidad, la creatividad, el poder y la sabiduría del Padre. Y agradézcale, sabiendo que lo que Él está creando para usted es mucho más de lo que puede imaginar.

Señor, por favor, perdona mi pecado y enséñame a concentrar mi mente en ti. Amén.


Puedes seguirnos en , Facebook, Telegram o Youtube. También puede suscribirse a nuestro boletín por correo electrónico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *