Por: A. W. Pink
Este artículo forma parte de la serie: Guarda tu corazón
Guardar el corazón es supremamente importante porque «de él mana la vida»; es decir, la fuente de todas las acciones esenciales. El corazón es el almacén, mientras que la mano y la lengua son las tiendas; lo que hace la mano y dice la lengua viene de ese almacén. Es en el corazón donde son formados los principios de la vida espiritual: «El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo» ( Lucas 6:45).
Entonces, procuremos diligentemente que el corazón sea almacenado con enseñanza piadosa, con un anhelo por incrementar el amor, con temor reverencial, con odio por el pecado, y con bondad en todas sus expresiones, que desde adentro estas cosas santas fluyan y den fruto en nuestra conducta y en nuestras conversaciones.
Tomado de «Cristianismo práctico» de A. W. Pink. Foto de Esperanza Doronila en Unsplash
*A.W. Pink. Fue un teólogo, evangelista, predicador, misionero, escritor y erudito bíblico inglés, conocido por su firme postura calvinista y su gusto por las enseñanzas de las doctrinas puritanas
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