Por: John MacArthur
Este artículo forma parte de la serie: «Devocional Acércate a Dios«
«En él [fuimos]… predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad» (Efesios 1:11).
Dios tomó la iniciativa en la salvación al elegirte y otorgarte fe salvadora.
En Efesios 1:4 Pablo dice que Dios «nos escogió en [Cristo] antes de la
fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él». En el versículo 11, reitera esa maravillosa verdad al afirmar que los creyentes han sido predestinados para la salvación según el propósito y la voluntad de Dios.
Muchos rechazan la enseñanza de que Dios escogió («predestinó») a los creyentes para la salvación. Piensan que los creyentes son los que eligen a Dios. En cierto sentido, tienen razón. La salvación implica un acto volitivo para apartarse del pecado y abrazar a Cristo. Sin embargo, el asunto de la predestinación es más profundo que eso. Es una cuestión de iniciativa. ¿Te eligió Dios basado en la fe que tienes en Él o, al elegirte, te permite responder con fe?
La respuesta es clara en las Escrituras. Romanos 3:11 afirma que nadie busca a Dios por su propia voluntad. Las personas no regeneradas no tienen capacidad para comprender la verdad espiritual; eso es pura tontería para ellos (1 Corintios 2:14). Ellos son espiritualmente muertos (Efesios 2:1), ciegos (2 Corintios 4:4) e ignorantes (Efesios 4:18).
¿Cómo pueden las personas en esa condición empezar a tener una fe salvadora? ¡No pueden! Y no pueden porque Jesús dijo: «Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere… Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera» (Juan 6:44, 37). El apóstol Pablo agregó: «Dios… nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos» (2 Timoteo 1:8- 9).
Dios tomó la iniciativa. Él te escogió y te dio fe salvadora (Efesios 2:8-9). Regocíjate en esa verdad. Descansa en el poder que Él tiene para conformar todas las cosas a la voluntad de Él. Saca fuerza y seguridad de lo que te
prometió, que nunca te dejará ir (Juan 10:27-29). Luego vive cada día como escogido por Dios, evita el pecado y sigue la santidad.
Sugerencias para la oración: Alaba a Dios por poner su amor sobre ti y por concederte la salvación. Ora por la salvación de otros y busca la oportunidad para hablar de Cristo con ellos hoy mismo.
Para un estudio más profundo: Lee Ezequiel 36:22-32.
– ¿Por qué Dios redimirá un día a Israel?
– ¿Qué te enseña ese pasaje acerca de la salvación de Dios?
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