Por: John MacArthur
Este artículo forma parte de la serie: «Devocional Acércate a Dios«
«[Dios] dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra» (Efesios 1:9- 10).
Dios está íntimamente involucrado en el lujo de la historia humana y está dirigiendo su curso hacia una culminación específica y predeterminada.
Por siglos, los hombres de varias escuelas filosóficas han debatido sobre
la causa, el curso y el clímax de la historia humana. Algunos niegan a Dios y, por lo tanto, cualquier participación divina en la historia. Otros creen que Dios puso todo en marcha y luego se retiró para dejar que progresara por sí mismo. Aún otros creen que Dios está íntimamente involucrado en el flujo de la historia humana y está dirigiendo su curso hacia una culminación específica y predeterminada.
En Efesios 1:9-10, el apóstol Pablo resuelve ese debate recordándonos que Jesús mismo es el objetivo de la historia humana. En Él se resumirán todas las cosas; toda la historia humana se resolverá y se unirá al Padre a través de la obra del Hijo.
Como dijo Pablo en otra parte: «Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud [de la deidad], y por medio de él [Cristo] reconciliar consigo todas las cosas… haciendo la paz mediante la sangre de su cruz» (Colosenses 1:19-20). La culminación de la obra reconciliatoria de Cristo vendrá durante su reino milenial (Apocalipsis 20). Después de eso, Él marcará el comienzo del estado eterno con un cielo nuevo y una tierra nueva (Apocalipsis 21).
A pesar de la incertidumbre política y el malestar militar en el mundo de hoy, lo cierto es que Dios tiene el control. Él gobierna al mundo (Isaías 40:22-24), las naciones (Isaías 40:15-17) y a los individuos también (Proverbios 16:9). El tiempo de Dios es correcto, según lo programado. Nada lo toma por sorpresa ni frustra sus propósitos. En última instancia, Él vencerá al mal y lo hará todo bien en Cristo.
Sugerencias para la oración: Agradece a Dios por la sabiduría y la visión que te da para ver —más allá de tus circunstancias temporales— sus propósitos eternos. Vive con esa perspectiva presente.
Para un estudio más profundo: Lee Apocalipsis 20.
– ¿Qué le sucede a Satanás antes que se establezca el reino milenial?
– ¿Cómo encuentra Satanás su destino final?
– ¿Qué pasa en el juicio del Gran Trono Blanco?
Puedes seguirnos en , Facebook, Telegram o Youtube. También puede suscribirse a nuestro boletín por correo electrónico.