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Por: A. W. Tozer
Este artículo forma parte de la serie «Encuentros con el Dios Todopoderoso»
Pero el amor del SEÑOR es eterno y siempre está con los que le temen; su justicia está con los hijos de sus hijos. SALMO 103:17
Hay una vieja historia […] sobre el rabino judío que hace siglos consintió en llevar a un viajero cansado a su casa para descansar una noche. Después de comer juntos, el rabino dijo:
—Eres un hombre muy viejo, ¿no es así?
—Sí —le respondió el viajero—, tengo casi un siglo de edad.
Mientras hablaban, el rabino sacó a relucir el tema de la religión y le preguntó al visitante sobre su fe y su relación con Dios.
—Ah, no creo en Dios —respondió el anciano—. Soy ateo.
El rabino se enfureció. Se levantó, abrió la puerta y le ordenó al hombre que saliera de su casa.
—No puedo tener a un ateo en mi casa durante la noche —razonó […]
Pero entonces la voz de Dios dijo: «Hijo, lo he soportado durante casi cien años, ¿no crees que podrías soportarlo por una noche?».
Señor, has soportado y continúas soportando mucho desde tu creación. Sin duda, tu misericordia es de eternidad en eternidad. Amén.