Por: John MacArthur
Este artículo forma parte de la serie: «Devocional Acércate a Dios«
«En toda sabiduría e inteligencia, [Dios] dándonos a conocer el misterio de su voluntad» (Efesios 1:8-9).
Aunque no hayas obtenido títulos académicos, tienes una sabiduría que supera con creces al incrédulo más instruido. Cuando Dios te redimió, no solo te perdonó tus pecados y eliminó la culpa y el castigo de los mismos, sino que también te dio sabiduría espiritual y perspicacia: dos elementos esenciales para una vida piadosa. Estos manifiestan la capacidad de comprender la voluntad de Dios y aplicarla a tu vida en formas útiles.
Como creyente, comprendes las verdades más sublimes. Por ejemplo, sabes que Dios creó al mundo y que controla el curso de la historia. Sabes que la razón de que exista la humanidad es para que lo conozca y le glorifique. Tienes metas y prioridades que trascienden las circunstancias y limitaciones terrenales.
Esa sabiduría y esa perspicacia escapan a los incrédulos porque estos tienden a ver las cosas de Dios con desdén (1 Corintios 2:14). Pero tú «tienes la mente de Cristo» (v. 16). Su Palabra revela la voluntad de Él y su Espíritu te da el deseo y la capacidad de comprenderlo y obedecerle.
Hoy es una oportunidad para cultivar ese deseo a través de la oración diligente y el estudio de la Biblia. Haz tuyo el ruego del salmista: «¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Me has hecho más sabio que mis enemigos… Más que todos mis enseñadores he entendido… Más que los viejos he entendido, porque… de todo mal camino contuve mis pies, para guardar tu palabra» (Salmos 119:97-101).
Sugerencias para la oración: Agradece a Dios por la sabiduría y la visión que te da a través de su Palabra. Si has descuidado la Palabra, pide perdón y comienza una vez más a refrescar tu espíritu con sus verdades. Pide sabiduría para responder bíblicamente a cada situación que enfrentes hoy.
Para un estudio más profundo: Muchos cristianos piensan que la voluntad de Dios es vaga o está oculta a ellos. Pero las Escrituras mencionan varios aspectos específicos de su voluntad. Una vez que te alinees con esos detalles, el Espíritu te dirigirá en las otras áreas de tu vida.
– Enumera seis elementos de la voluntad de Dios basado en estos pasajes: Efesios 5:17-18; 1 Tesalonicenses 4:3; 1 Tesalonicenses 5:18; 1 Pedro 2:13-15; 1 Pedro 3:17; 2 Pedro 3:9.
– ¿Estás siguiendo la voluntad de Dios en esas áreas? Si no es así, ¿qué pasos puedes dar hoy para hacerlo?
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