Por: Melissa Edgington
A veces los padres cristianos se sienten un poco perdidos en la cultura mientras crían a sus hijos. Te preguntas cómo manejar el internet, las redes sociales, los espectáculos y la música. Te preguntas cuánto decirles a tus hijos sobre algunas de las cosas que están encontrando en sus círculos sociales, como el género y la sexualidad. Ni siquiera estás seguro de lo que piensas sobre algunas de estas cosas o cuál es la respuesta bíblica a algunas de las preguntas más complicadas y demandas de la cultura que están experimentando.
Pero hay una decisión que puedes tomar como padre cristiano que es fácil. De hecho, es obvia. Debes llevar a tus hijos a la iglesia. No unas cuantas veces al año. No una vez al mes. Ni cada dos semanas. Tus hijos deben saber exactamente dónde estarán cada vez que llegue el domingo.
Tus hijos necesitan una base de influencia bíblica constante. Necesitan una familia extendida de personas que los amen, les enseñen, los guíen, oren por ellos y les muestren todas las maneras de ser seguidores de Cristo. Necesitan una comunidad de creyentes que les ayude a tener confianza en las verdades de la palabra de Dios. Necesitan saber lo que es adorar con la familia de Dios. Tus hijos necesitan la iglesia, y tú también.
Así que cuando se acerque la hora de acostarse el sábado por la noche, la única pregunta que tus hijos no deberían hacer es: “¿Vamos a ir a la iglesia?”. Deberían saberlo. En su casa debería ser una certeza absoluta que, a menos que estén enfermos, irán a la iglesia por la mañana. Si tu familia es como la mía, una vez que se establezca el hábito, el domingo se convertirá en lo más destacado de la semana, no porque haya partidos de fútbol en la televisión o porque puedan dormir hasta tarde, sino porque les encanta estar con el pueblo de Dios. Estas son las personas que amarán a tus hijos a través de algunas de las experiencias más difíciles de sus vidas, que les enseñarán cómo Jesús cambia los corazones y las mentes, que llorarán con ellos en los días de funeral y llorarán lágrimas de alegría con ellos en los días de boda.
Si crees que ser un padre cristiano es difícil, tienes razón. Si piensas que ser un padre cristiano es difícil y tu familia no es una parte vital y fiel de una iglesia local, entonces estás equivocado: ser un padre cristiano sin la influencia de la iglesia no es solo difícil. Es imposible. Lo menos que puede hacer como cristiano es llevar a tus hijos una vez a la semana a adorar con el pueblo de Dios. Lo menos que puedes hacer como cristiano es asegurarte de que tú también te dediques a servir y adorar con una familia de la iglesia. Puede que la iglesia no sea perfecta, pero tú tampoco lo eres. Así que es un ajuste perfecto.
Lleva a tus hijos a la iglesia. Cambia tu dinámica de fin de semana. No permitas que tus hijos crezcan preguntándose si serás constante en tu fe. Enséñales lo que significa ser fiel al Señor de la forma más básica: yendo a la iglesia. La Iglesia te necesita. Tú necesitas a la Iglesia. Y tus hijos te necesitan para que les enseñes a ser fieles.
Solo tienes una oportunidad en estos preciosos años de enseñanza. De todos los remordimientos que puedas tener en esta vida, nunca te arrepentirás de haber obedecido al Señor y de haber guiado a tus hijos en obediencia. Criar hijos como un padre cristiano es difícil en estos días, pero nada es más difícil que saber que dejaste pasar los años sin hacer de Jesús una prioridad en la vida de tu familia. Lleva a tu familia a la iglesia y recuerda el gozo de tu salvación. Tal vez recuerdes a alguien que te llevó a la iglesia. Seguramente estás dispuesto a ser esa persona para las pequeñas almas bajo tu propio techo.
La alegría te espera. Familia. Amor y cuidado. Adoración. Y el recuerdo de la bondad de Dios. No permitas que tus hijos se pregunten más si serás fiel. Lleva a tus hijos a la iglesia y sean bendecidos.
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