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Por: A. W. Tozer
Este artículo forma parte de la serie «Encuentros con el Dios Todopoderoso»
Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan! MATEO 7:11
Durante más de treinta años he hablado sobre la bondad de Dios. Es muy importante que conozcamos su bondad y que sepamos qué clase de Dios es. ¿Cómo es Dios? Es una pregunta que debe responderse si vamos a ser algún tipo de cristiano. No lo des por sentado ni digas: «Ya lo sé» […] Dios es bondadoso, compasivo, clemente y benevolente en sus intenciones.
Y recordemos que Dios es cordial. En realidad, solo pensamos que creemos. Somos creyentes en cierto sentido, y confío en que creemos lo suficiente para ser salvos y justificados ante su gracia. Sin embargo, no creemos con la intensidad y la intimidad que deberíamos. Si lo hiciéramos, creeríamos que Dios es un Dios cordial, que es misericordioso, y que sus intenciones son amables y benevolentes […] Nunca hay momentos en los que Dios no sea cordial.
Hasta el mejor de los cristianos no siempre es cordial. A veces no ha dormido bien, y aunque no esté enojado y viva como un cristiano, no tiene ganas de hablar por las mañanas. No se siente cordial; no se desborda; no tiene entusiasmo. Sin embargo, nunca hay un momento en el que Dios no lo sea. Porque lo que es Dios, lo es a la perfección.
Oh, Señor, permite que pueda creer de manera más intensa en tu bondad. Dame una profunda confianza en que eres un Dios misericordioso y que tus intenciones son siempre benevolentes. Amén.
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