Por: E.M. Bounds
Este artículo forma parte de la serie «El poder de la oración»
«Te digo con seguridad y verdad que hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto personalmente, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio». Juan 3:11
La demora es con frecuencia la prueba y la fortaleza de la fe; sin embargo, la fe reúne fuerza al esperar y orar. La paciencia se aprende mejor cuando se requiere espera. En algunas ocasiones, la demora es de la misma naturaleza que la oración.
Dios tiene que hacer muchas cosas antes de dar la respuesta final. Cosas que son esenciales para el bien duradero de la persona que pide el favor de Él.
No temamos, Jesús vendrá. Su demora servirá para que Su venida sea más ricamente bendecida. Sigamos orando. Sigamos esperando. Él vendrá y no llegará tarde.
Querido Dios, alabo Tu nombre y te doy gracias porque puedo estar seguro de Tus respuestas a mi oración. Aún mientras espero, sé que Tú nunca llegarás tarde. Amén.
Tomado de «El poder de la oración» de E.M. Bounds
*Edward M. Bounds (1835-1913) es ampliamente conocido y apreciado por toda la comunidad cristiana por sus libros sobre la oración, los cuales se han vendido cientos de miles de ejemplares en los principales idiomas, son lectura insuperable para la hora quieta, la meditación cuidadosa y profunda; verdaderos oasis en tiempos de sequía espiritual, voces vivientes de consuelo y esperanza, que siguen hablando años después de que su autor se haya ido de la Tierra.