ÚNETE A UNO DE NUESTROS GRUPOS DE WHATSAPP, para recibir materiales todos los días, CLICK AQUÍ.
Por: R. C. Sproul.
Este artículo forma parte de la serie «Qué buena pregunta«
Antes de definir el verdadero arrepentimiento, responderé la segunda pregunta: “¿Por qué es importante para nuestra vida?” Según el Nuevo Testamento, la razón de que tenga una importancia suprema en nuestra vida es que se trata del requisito indispensable para entrar en el reino de Dios. Enfatizo este punto porque en nuestra cultura se sostiene ampliamente la visión de que Dios perdona a todo el mundo de todos sus pecados tanto si se arrepienten como si no lo hacen. Ese concepto, sencillamente, no viene de la Escritura. Si algo enseñó Jesús es que, para alguien que ha ofendido a Dios, es absolutamente esencial apartarse de ese pecado y arrepentirse. Cuando Jesús comenzó su ministerio público, las primeras palabras con que predicó fueron: “Arrepiéntanse . . . , porque el reino del cielo está cerca.” No hay nada más urgente y necesario que el arrepentimiento si uno pretende escapar de la ira de Dios. Dios llama a todo ser humano a arrepentirse; no es una opción.
Pablo habló de los antiguos tiempos de ignorancia que Dios había pasado por alto; en cambio Dios llama ahora a toda la gente, en todas partes, a que se arrepientan. ¿Eso a quién incluye? A todos. Todos tenemos esa responsabilidad, pero no todos lo estamos haciendo. Dios lo dijo en serio. Él exige el arrepentimiento.
Usted pregunta qué es el verdadero arrepentimiento. No sé si alguna vez ha oído la oración católica romana de la contrición, pero creo que es una oración excelente. Prácticamente todo católico romano la sabe de memoria. Yo no la sé de memoria, pero la he oído una cantidad de veces y retengo algunas frases de ella: “Oh Dios mío, me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido, pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como tú.”
En teología hacemos una distinción entre lo que llamamos atrición y lo que llamamos contrición. Atrición es apartarse del pecado o la culpa por la sola motivación de escapar del castigo. El niño no siente remordimiento por robar galletas hasta que lo sorprenden con la mano en el galletero y su madre viene con la vara. Hay algo sospechoso en esa clase de arrepentimiento. Es el arrepentimiento para evitar el castigo, lo que llamaríamos un boleto para escapar del infierno. El verdadero arrepentimiento va más allá de un mero temor al castigo, y alcanza lo que llamamos contrición. Cuando el corazón de David se quebrantó ante Dios y dijo: “No rechazarás un corazón arrepentido y quebrantado, oh Dios,” él sintió un pesar verdadero, un pesar piadoso. El verdadero arrepentimiento es la conciencia de que hemos actuado mal, y nos conduce a la decisión de apartarnos de nuestra maldad.
Tomado de ¡Qué buena pregunta! Copyright © 1996 por R.C. Sproul.
Puedes seguirnos en WhatsApp, Facebook, Telegram o Youtube.