Por: Jonathan Leeman
¿Qué rol debe desempeñar una esposa de pastor o de un anciano en la iglesia? ¿Cuáles son sus responsabilidades? ¿Cómo puede servir como una buena ayudante para su esposo en el ministerio?
NO EXISTE EL CARGO DE «ESPOSA DE PASTOR»
Lo primero que debemos decir sobre este tema es que la Biblia no establece el cargo de «esposa de pastor/anciano». No ofrece una descripción del cargo. Esto a su vez significa que la esposa de un anciano no debe sentirse forzada a encajar en un cierto molde o en un conjunto de expectativas. Al contrario, la esposa de un anciano debe sentirse libre de simplemente ser una cristiana feliz, saludable y en crecimiento que busca satisfacer los mandamientos de «los unos a los otros» en el contexto de su iglesia como cualquier otro miembro debería hacerlo.
¿Acaso la esposa de pastor/anciano no debería buscar amar y servir a la iglesia a medida que la ocasión y sus dones lo permitan? Sí, pero sólo porque es cristiana, no porque sea esposa de un anciano.
Algunas esposas de pastores querrán tocar el piano, organizar el campamento bíblico de verano o liderar el retiro de mujeres. ¡Grandioso! Otras se encontrarán más ocupadas en casa así como también en el trabajo de la hospitalidad privada o en el evangelismo barrial. ¡Grandioso!
La esposa de un anciano o de un pastor, como todo cristiano, debe dedicarse al ministerio privado. No obstante, no existe nada en la Biblia que diga que debe involucrarse en el ministerio público.
EXPECTATIVAS QUE TIENE LA IGLESIA QUE SON DE POCA AYUDA
Ahora, las iglesias a menudo ponen expectativas sobre las esposas de pastores/ancianos. Esperan que ellas tengan un ministerio público. Sin embargo, aquí es donde los ancianos/pastores deben estar dispuestos a mostrar valentía y a buscar proteger a sus esposas de estas expectativas que no ayudan.
Cuando el comité de búsqueda de CHBC le preguntó a Mark Dever qué haría su esposa si él llegaba a pastorear allí, él respondió que ella debía ser un miembro que buscara crecer en gracia y amor por la iglesia, pero que la iglesia no debía poner ninguna otra expectativa sobre ella. Ellos lo estaban contratando a él, no a ella.
EXPECTATIVAS ÚTILES DE SU ESPOSO
En general, un pastor debe nutrir el afecto de su esposa por la iglesia como cualquier otro esposo cristiano debe hacerlo. Él debe:
- ministrarle la Palabra;
- animarla a amar a la iglesia al hablar cuidadosamente sobre ella y orando por ella juntos;
- buscar cultivar en ella un corazón de discipulado, hospitalidad y evangelismo;
- prestar especial atención a sus necesidades y dones particulares, dándole la debida importancia;
- no exasperarla ni sobrecargarla;
- afirmar con frecuencia sus actos de servicio y amor en casa y en la iglesia;
- ayudarla a no compararse a sí misma con otras mujeres, sino a buscar ser fiel con los dones y oportunidades que Dios le ha dado,
- y demostrar su amor único y especial por ella de tal manera que ella no sienta que compite por sus afectos hacia la iglesia.
¿No debería cada esposo cristiano hacer todo esto?
UN ROL ÚNICO
Ahora, después de haber dicho todo esto, una esposa de pastor o de anciano tiene un rol único, así como la esposa de todo hombre tiene un rol único: ella está casada con él. Cada esposa, incluyendo la esposa del anciano debe aprender cómo ser una compañera para su esposo en todas las etapas de la vida.
Así mi propia preciada y paciente esposa ha caminado conmigo a través de los puestos tanto de pastor como de anciano laico. Y en ambos cargos se enfrentó a desafíos únicos. Cuando las tentaciones y las oportunidades del cargo me enfrentaron, la enfrentaron a ella, porque somos una sola carne. Puesto que ahora no estoy sirviendo en ninguna de esas funciones, ella no está actualmente experimentando las cargas y alegrías peculiares.
Cuando llegue el momento de considerar la posibilidad de reanudar el trabajo de anciano, tendremos que pensar y orar sobre su buena disposición también. Esto no se debe a que ella tendrá más que hacer, una descripción de cargo que tendrá que cumplir. Al contrario, eso es porque la vida y el ministerio llegarán a ser más intensos en cada frente. Las presiones aumentarán para luchar contra el orgullo, perdonar rápidamente, ignorar la crítica, amar generosamente, sacrificar tiempo juntos, y así sucesivamente. Tanto para ella como para mí, lo que está en juego en la vida cristiana será cada vez mayor, por lo que será mucho más importante en la práctica que ambos permanezcamos en el Evangelio.
Podrías decir que ser la esposa de un pastor o de un anciano no agrega nuevos botones al estéreo, sólo sube el volumen. Pero no me malinterpretes: ¡la música es buena!
*Jonathan Leeman es el Director Editorial de 9Marks y un anciano en la iglesia bautista Cheverly en Cheverly, Maryland.