No olvides compartir ...

ÚNETE A UNO DE NUESTROS GRUPOS DE WHATSAPPpara recibir materiales todos los días, 

Por: Charles Stanley.

La promesa que Dios hizo… la ha cumplido… al resucitar a Jesús. HECHOS 13.32–33, DHH

La tumba vacía constituye para usted un hermoso recordatorio de que todo lo que Dios le ha prometido es verdad. Nada, ni siquiera la tumba, puede impedirle que cumpla la palabra que le ha dado (Isaías 55.11).

¡Jesús ha resucitado de los muertos! El pecado —la fuerza más violenta que le mantenía encadenado— ha quedado derrotada. La muerte —el enemigo más doloroso que usted pudiera encontrar— ya no le tiene en sus garras. Sus adversarios más brutales e insuperables quedaron conquistados, y el mismo poder de la resurrección es suyo para siempre como hijo del Dios viviente (Efesios 1.18–21).

Así que hoy, considere algo. ¿Qué se interpone para que Dios cumpla su promesa? ¿Hay obstáculos más grandes que el pecado y la muerte que estorben su senda? ¿Qué problemas enfrenta usted que requieran más poder que el que estuvo disponible en la resurrección?

Usted sabe la respuesta: los retos que tiene por delante no son obstáculos para el Señor. Así que confíe en Él y tenga la seguridad de que hará fielmente todo lo que ha dicho.

Jesús, gracias por poner a mi disposición tu asombroso poder. Ningún reto que enfrente es obstáculo para ti, y estoy muy agradecido de que seas mi Salvador. Amén.


Puedes seguirnos en FacebookTelegram Youtube. También puede suscribirse a nuestro boletín por correo electrónico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *