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Por: Gary Chapman.

Este artículo forma parte de la serie «Devocionales para matrimonios«

¡Ya no sigas enojado! ¡Deja a un lado tu ira! No pierdas los estribos, que eso solo trae daño. SALMOS 37:8

¿Cuándo fue la última vez que sintió enojo hacia su cónyuge, y cómo lo manejó? En los días que siguen, quiero presentarle un programa de cinco pasos para manejar la ira de manera positiva.

El primer paso es admitir ante usted mismo que está enojado. Tal vez me diga: “Eso es obvio. Cualquiera se daría cuenta de que estoy enojado.” Quizás, pero la pregunta es: ¿Está usted consciente de su enojo? La ira llega tan repentinamente que a menudo se verá atrapado por la reacción verbal o física antes de reconocer conscientemente qué es lo que está ocurriendo en su interior.

Las Escrituras no dicen que el enojo sea malo, pero son muchos los pasajes donde habla sobre la importancia de controlar la ira. El Salmo 37 habla sobre evitar la ira y no perder el control, ya que podría dañar a otros. Le sugiero que, cuando se dé cuenta de que está enojado, diga en voz alta estas palabras: “Estoy enojado sobre esto, ¿qué es lo que voy a hacer ahora?” De esa manera pone el asunto sobre la mesa y distingue entre aquello que siente —el enojo— y la acción que está por realizar. En consecuencia, prepara el escenario para aplicar la razón a su sentimiento de enojo, en lugar de dejarse controlar por las emociones. Este es el primer paso hacia el manejo constructivo del enojo.

Padre, me enojo más de lo que me gustaría admitir. Por favor ayúdame a manejar mi enojo de la forma correcta. Protégeme de perder el control y de lastimar a la persona que más amo.

*Gary Chapman, Está casado con Karolyn J.Chapman y tiene dos hijos adultos. Se licenció en el Moody Bible Institute en artes, y tiene una licenciatura en antropología por la Wheaton College. 


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