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Por: Charles Stanley.

Dios… por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo. EFESIOS 2.4–5

El Señor Jesús —Dios encarnado— escogió soportar la cruz por usted. Piense en esa verdad. La crucifixión era la manera más horrible en que cualquier persona pudiera morir: humillante, horrorosamente dolorosa, y reservada para los peores delincuentes. Sin embargo, percátese de que no fue solo una angustia terrenal la que Jesús experimentó en la cruz; también sintió la agonía espiritual insoportable de llevar los pecados del mundo. Por primera vez en la eternidad entendió la profunda desesperanza de estar separado del Padre.

¿Por qué Jesús hizo semejante sacrificio? Porque así de profundo es como Él le ama. Jesús prefirió sufrir una cruenta muerte entre los peores criminales antes que ser separado de usted.

Así que la próxima vez que se sienta indigno o piense que no merece amor, recuerde lo que su Salvador soportó para salvarle y guardarle seguro por toda la eternidad. Él entregó su vida voluntariamente por usted. E incluso ahora él no esconde nada de usted para que pueda conocerlo por completo. Sin duda alguna, esta es una razón para que usted alabe su nombre.

Jesús, me siento humilde por lo todo lo que sacrificaste por mí. Verdaderamente, eres digno de mi amor, obediencia y alabanza. Amén.


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