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Por: J. C. Ryle
Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Mateo 24: 4
La primera lección general que tenemos ante nosotros es una advertencia sobre los engaños. Las primeras palabras del discurso son: “Mirad que nadie os engañe”.
No es posible imaginar una advertencia más necesaria que esta. Satanás conoce bien el valor de la profecía, y siempre se ha esforzado por desprestigiar el asunto. Cuántos falsos Cristos y falsos profetas surgieron antes de la destrucción de Jerusalén lo demuestran categóricamente las obras de Josefo. De cuántas maneras se ciegan continuamente los ojos de los hombres en nuestros días respecto a las cosas venideras se puede probar fácilmente.
El irvingismo y el mormonismo se han hecho lamentablemente populares como argumentos para rechazar todo lo concerniente a la doctrina de la Segunda Venida de Cristo. Velemos, y estemos alerta.
No dejemos que nadie nos engañe respecto a los hechos principales de la profecía aún no cumplida, diciéndonos que son imposibles, ni respecto al modo en que sucederán, diciéndonos que es poco probable y contrario a la experiencia del pasado. No dejemos que nadie nos engañe respecto al tiempo en que se cumplirán las profecías aún no cumplidas, ni fijando fechas, por un lado, ni, por el otro, indicándonos que debemos esperar a que se convierta el mundo entero.
Que nuestra única guía en todos estas cuestiones sea lo que la Escritura dice claramente, y no las interpretaciones tradicionales de los hombres. Que no nos avergüence decir que esperamos un cumplimiento literal de la profecía aún no cumplida; reconozcamos abiertamente que hay muchas cosas que no comprendemos, pero sigamos defendiendo tenazmente nuestra posición, teniendo mucha fe, esperando con paciencia y sin dudar que un día todas las cosas serán aclaradas. Ante todo, recordemos que la primera venida del Mesías para sufrir era el acontecimiento más improbable que se podría haber imaginado, y no dudemos de que, igual que vino literalmente, en persona, a sufrir, también vendrá literalmente otra vez, en persona, a reinar.
*John Charles Ryle fue un obispo evangélico anglicano inglés. Fue el primer obispo anglicano de Liverpool y uno de los líderes evangélicos más importantes de su tiempo.
Maravilloso mensaje ,en medio de la tormenta , necesito a Jesús y dependiendo totalmente de El ,que nos ayude siempre a reflexionar quien es El ,para tener la esperanza solo en El ,agradecidos estamos por todo lo que El hace , aunque a veces no entendemos ,El lleva nuestras cargas y nos da la salida en mefio del desierto.
Su regreso es inminente, pero el día ni la hora nadie lo sabe, solamente nuestro Padre celestial, en su fidelidad está nuestra esperanza. Te amo Jesús.