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Por: Octavius Winslow (1808 –1878)

«Sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.». 1 Juan 3:2.

¿Quién puede contar plenamente toda la gloria del Redentor en el cielo? O, si fuera revelada por completo, ¿qué poder para captarla, qué facultades para comprenderla, qué ojo para contemplarla y qué lengua para describir un tema tan elevado y un espectáculo tan sublime como este?

Pero lo contemplaremos. También nosotros seremos glorificados. La mente se ajustará al poderío del tema, y el ojo se fortalecerá para la deslumbrante magnificencia del espectáculo. Con todas las facultades físicas, mentales y morales perfectamente desarrolladas y santificadas, seremos una Iglesia glorificada, colocada en presencia y contemplando por toda la eternidad la gloria de una Cabeza glorificada.

Contemplaremos la gloria del Redentor. «¿Veré al Rey en su hermosura? ¿Qué? ¿Contemplarán mis ojos Su gloria?». Sí, si ahora ves la belleza en Jesús, si tu ojo contempla la gloria en Emanuel, por débil y tenue que sea la visión, con tanta seguridad estarás con Él donde Él está, y contemplarás los incesantes despliegues de su gloria sin nubes, y eso por toda la eternidad.

*Octavius Winslow (1 agosto 1808-5 marzo 1878), también conocido como “El compañero del peregrino”, se destacó como uno de los predicadores evangélicos más destacados del siglo 19 en Inglaterra y América. Un Ministro Bautista, ministro durante la mayor parte de su vida y contemporáneo de Charles Spurgeon y J.C. Ryle  Foto de Uday Mittal en Unsplash


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