Por: A. W. Tozer
Este artículo forma parte de la serie «Encuentros con el Dios Todopoderoso»
Los cielos, SEÑOR, celebran tus maravillas, y tu fidelidad la asamblea de los santos. SALMO 89:5
Algunas personas le temen al color. Piensan que la espiritualidad consiste en ser monótono. ¡Pero Dios creó el color! Creó todos los tonos de colores. Mira la puesta de sol, ¿qué es, solo algo científico? ¿Crees que Dios salpicó el encantador y hermoso cielo con rosa, cereza, azul y blanco, y no sonreía cuando lo hizo? ¿Es solo un accidente de la naturaleza, científicamente explicado? Entonces, ¡has adquirido demasiado conocimiento para tu propio bien! Ve a vaciar tu cabeza y a llenar tu corazón, y estarás mejor.
El Espíritu Santo escribió ciento cincuenta salmos, y en esos salmos celebra las maravillas de la creación de Dios […] Debemos dejar de pensar como científicos y hacerlo como salmistas. Este Dios infinito está disfrutando de sí mismo. Alguien se lo está pasando bien en el cielo, la tierra, el mar y el cielo. Alguien está pintando el cielo. Alguien está haciendo que los árboles crezcan donde solo había desbastes hace un año. Alguien está haciendo que el hielo del río se derrita, que los peces naden, que los pájaros canten y pongan sus huevos azules, construyan sus nidos y traigan a sus crías. Alguien dirige el universo.
En verdad, Señor, ¡los cielos alabarán tus maravillas! Gracias por dirigir el universo con belleza, variedad, complejidad y color. Amén.
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