Por: George Müller (1805 – 1898)
Este artículo forma parte de la serie «Lecturas devocionales de George Muller«
“Más bien, busquen primeramente el reino de DIOS y su justicia, y todas estas cosas serán añadidas”
Cuando nuestro Señor mandó a sus discípulos a librarse de las preocupaciones de la vida, señaló a las aves del cielo y los lirios del campo como ejemplo del cuidado y la provisión de Dios. Agregó que no debemos estar ansiosos por las cosas materiales –comida, vestido, etc.- que los gentiles buscan afanosamente, pero nuestro Padre celestial sabe que las necesitamos.
La enseñanza particular de Jesús aquí es que nosotros, los hijos de Dios, debemos ser diferentes de las demás personas sobre la tierra, aquellas que no tienen un padre en los cielos y, por tanto, conceden demasiada importancia a lo que comen, beben, o visten. Como en todos los demás aspectos, nosotros los hijos de Dios debemos actuar de manera diferente y demostrarle al mundo que creemos en un Padre en los cielos y que Él conoce todas nuestras necesidades. El hecho de que nuestro Padre Todopoderoso, quien está lleno de amor por sus hijos, sabe las cosas que necesitamos, debe alejar toda ansiedad de nuestra mente.
Nuestra gran tarea es buscar el reino de Dios. Si procuramos ganar almas para el Señor Jesús, de acuerdo con nuestra capacidad y según la oportunidad que el Señor nos concede, a mí parecer esto es buscar la prosperidad externa del reino de Dios. Si como miembros del cuerpo de Cristo procuramos el bien de nuestros compañeros en el cuerpo, ayudándolos en gracia y en verdad, o interesándonos de alguna manera en su edificación, eso será buscar la prosperidad interna del Reino de Dios. Y si buscamos su justicia, eso quiere decir que procuramos ser más y más como el Señor y ajustándonos, interiormente, a la mente de Dios.
¿Son su principal objetivo en la vida honrar el nombre del Señor, el bienestar de su iglesia, la conversión de los pecadores y el beneficio de su propia alma? ¿U ocupan primordialmente su atención sus negocios, su familia, o sus propios intereses temporales? Recuerde que el mundo y lo suyo pasa, pero las cosas e intereses de Dios son eternos.
Padre bueno, he desperdiciado gran parte de mi vida luchando por alcanzar y preocupándome por las cosas de este mundo. Hoy busco tu reino. Haz una obra permanente en mi vida para que yo viva de tal manera que haga bien a tu reino para siempre. Amén.
*George Müller (1805 – 1898): fue un predicador y misionero inglés nacido en rusia, destacado por su obra en favor de los niños desamparados. Supervisó la construcción de cinco grandes orfanatos-que aún se conservan en Ashley Downs, Bristol – dando alojamiento a miles de niños.