Por: A. W. Tozer
Este artículo forma parte de la serie «Encuentros con el Dios Todopoderoso»
Se hablará del esplendor de tu gloria y majestad, y yo meditaré en tus obras maravillosas. Se hablará del poder de tus portentos, y yo anunciaré la grandeza de tus obras. SALMO 145:5-6
También parece que nos hemos alejado por completo del concepto de la majestad. Esta es la era del hombre común y, junto con el hombre común, ha llegado el dios común […]
El cristiano moderno ha perdido el sentido de la adoración junto con el concepto de la majestad y, por supuesto, de la reverencia también. Ha perdido su capacidad de retirarse interiormente y estar en comunión con Dios en el lugar secreto del santuario de su propio espíritu oculto. Esto es lo que hace al cristianismo, y casi lo hemos perdido. Sumado a los números, sí, pero perdido el miedo. Se multiplicaron las escuelas, sí, pero se perdió la conciencia de lo invisible. Se derraman toneladas de literatura, por supuesto, pero no hay conciencia de la Presencia divina. Mejor comunicación, desde luego, pero nada que comunicar. Organizaciones evangelísticas, sí, pero el concepto de majestad, adoración y reverencia casi nos ha abandonado.
Oh, Dios, devuélvele a tu Iglesia un sentido de majestad, adoración y reverencia que nos envía a nuestras habitaciones secretas con asombro. Amén.
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