Por: Miguel Núñez
Este artículo forma parte de la serie «95 tesis para la iglesia de hoy» del Pastor Miguel Núñez
Basada en 1 Corintios 8:1
Esto es un llamado de manera particular a la generación joven. Tenemos una generación importante: ha despertado a las doctrinas de la gracia, está yendo a los seminarios, está leyendo, se está preparando. Pero esa generación tan apasionada con frecuencia hace lo que otras generaciones jóvenes del pasado también hicieron: ha hecho de la información teológica la meta; y por tanto, en el conocimiento, en el crecimiento intelectual, se han ido enorgulleciendo.
El apóstol Pablo nos recuerda en 1 Corintios 8:1 que el conocimiento envanece. Y si poseemos un gran cerebro, una gran mente, con un corazón muy pequeño, muchas veces terminamos haciendo mas daño que el bien que debemos llevar a cabo. Por tanto, pastor joven, estudiante joven, maestro de la Palabra joven, recuerda una vez más: Dios quiere que tu corazón crezca por medio del conocimiento que Él ha plasmado en Su Palabra. No puedes ministrar si el corazón no ha sido debidamente preparado.
No es la mente la que ministra. La mente informa, y la información de la mente es importante. Pero cuando el conocimiento de tu mente no ha bajado a tu corazón, entonces tienes un corazón duro que transmite la información de una manera que el otro no quiere escuchar. Y si el otro no quiere escucharte, no quiere seguirte. Por tanto, es mi invitación a que enseñes la verdad de Dios de una manera reverente, de una manera mansa. Que la sumisión a nuestro Dios, la sumisión a Su Palabra y aun la sumisión mutua en las relaciones caracterice toda tu vida. ¡Recuérdalo!