Por: Max Lucado.
Todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Juan 5.19
El máximo atributo de Cristo fue este: su corazón era espiritual. Sus pensamientos reflejaban su íntima relación con el Padre. «Yo soy en el Padre, y el Padre es en mí» (Juan 14.11).
Jesús tomaba instrucciones de Dios. Era su costumbre ir a adorar (Lucas 14.16). Era su práctica memorizar las Escrituras (Lucas 4.4). Lucas dice que Jesús «se apartaba a lugares desiertos y oraba» (Lucas 5.16). Sus momentos de oración eran su guía. Una vez regresó de orar y anunció que era hora de ir a otra ciudad (Marcos 1.38). Otro tiempo de oración resultó en la selección de los discípulos (Lucas 6.12–13). Jesús era guiado por una mano invisible.
El corazón de Jesús era espiritual.
Fuente: Como Jesús
