No olvides compartir con tus amigos ....

Por: Charles Spurgeon.

«Yo no vengo a este púlpito esperando que quizás alguien de su propio libre albedrío decida volver a Cristo. Mi esperanza está en otra parte. Espero que mi Maestro eche mano de algunos de ellos y diga: ‘Tú eres mío. Yo te reclamo para mí.» Mi esperanza surge de la gratuidad de la gracia, y no de la libertad de la voluntad.  – Charles Spurgeon

No creo que podamos predicar el Evangelio si no predicamos la justificación por la fe sin obras, a menos que prediquemos la soberanía de Dios en su dispensación de la gracia, ni menos que exaltemos la elección eterna inmutable, el amor victorioso de Jehová; ni creo que podamos predicar el evangelio a menos que lo basemos en la especial y particular redención de su pueblo escogido y elegido que Cristo obró en la cruz.  – Charles Spurgeon

Las doctrinas de la gracia no surgieron de Calvino. Surgieron del Gran Fundador de toda la Verdad. – Charles Spurgeon

«… Y voy a ir tan lejos como Martin Lutero, donde él afirma: «Si alguno atribuye hombre hace de la salvación, aún menos, a la libre voluntad del hombre, él no sabe nada de la gracia, y no ha aprendido a Jesucristo correctamente.» Puede parecer un sentimiento duro, pero el que en su alma, cree que el hombre hace de su propia voluntad a su vez a Dios, no puede haber sido enseñados por Dios, porque es uno de los primeros principios nos ha enseñado que Dios comienza con nosotros, que no tenemos ni la voluntad ni el poder, sino que Él nos da tanto, que Él es «el Alfa y la Omega» en la salvación de los hombres”.  – Charles Spurgeon

Nadie puede decir que Jesús es Cristo, el Ungido, sino por el Espíritu Santo. «Ninguno puede venir a Mí, -dice Jesús- si el Padre que me envió, no le trajere». Así es que esa fe que acude a Cristo es el resultado de la obra divina. La gracia es la causa activa, primera y última de la salvación; y esencialmente necesaria, como es la fe, no es más que parte indispensable del método que la gracia emplea. Somos salvos «mediante la fe», pero la salvación es «por gracia». – Charles Spurgeon

La  gracia de Dios no puede ser desechada; su eterno propósito será cumplido, su sacrificio y su sello serán eficaces. Jesús no murió en vano. – Charles Spurgeon

La cruz rechazada es la prueba más clara del corazón depravado. – Charles Spurgeon

Nunca debemos estar satisfechos con poseer una sana doctrina, sino más bien deberíamos desear tener esa doctrina grabada en nuestros corazones. Las doctrinas de la gracia son buenas, pero la gracia de las doctrinas es mucho mejor aún. Busca obtenerla, y no pienses que has sido instruido cuando comprendes las doctrinas, sino cuando puedes sentir su poder espiritual en tu propia vida. – Charles Spurgeon

«[En aquel día] el Señor otorgará a Su pueblo una recompensa abundante por todo lo que han hecho. No porque merezcan recompensa alguna sino porque Dios primero les dio gracia para hacer buenas obras y luego tomó sus buenas obras como evidencia de un corazón renovado y les dio una recompensa por lo que habían hecho. Oh, qué dicha será escuchar decir: «Bien hecho, siervo bueno y fiel» y darte cuenta de que has trabajado para Cristo cuando nadie lo sabía, de que Cristo tomó nota de todo ello, para ti que serviste al Señor bajo la tergiversación, encontrar que el Señor Jesús separó la paja del trigo, y supo que tú eras uno de sus preciados. Para entonces Él decir: «entra en el gozo de tu Señor», qué dicha será para ti.» – Charles Spurgeon

Puede haber dudas en cuanto a la legitimidad de los monarcas, y a menudo se precisa un tribunal de jueces para comprobar la legitimidad en la elección de los senadores; pero si tenemos el testimonio del Espíritu Santo en nosotros, nuestro reino queda inmóvil, nuestra elección no puede ser refutada. – Charles Spurgeon

Dios, por amor a Cristo, tratando a los hombres en términos de misericordia divina, perdona a los culpables y los justifica, no según algo que vea en ellos o que prevea que habrá en ellos, sino según la riqueza de la misericordia que habita en su propio corazón. – Charles Spurgeon

«Dios es el que justifica», el que justifica a los impíos. Él no se avergüenza de hacerlo, ni nosotros de predicarlo. Charles Spurgeon

Pecador: La doctrina de la ‘elección’ no es un asunto del que debas preocuparte precisamente ahora. Comienza a leer tu Biblia en el Evangelio según Mateo, y mira allí cómo se te ordena que te arrepientas y cómo se te invita a venir a Cristo. Cuando hayas hecho eso, puedes proseguir con las Epístolas y leer acerca de la ‘elección’ y de todas las demás doctrinas de la gracia, pero tu primera prioridad es arrepentirte del pecado y creer en el Señor Jesucristo. – Charles Spurgeon

Él no nos ama porque haya algo de valor en nosotros, sino simplemente porque Él ha decidido amarnos, como está escrito: » Tendré misericordia de quien tenga misericordia, y me compadeceré de quien me compadezca,» ¡por tanto, ustedes pueden venir, ustedes culpables, al Soberano Dador de misericordia no merecida, y tocar el cetro de plata de su gracia, y ser salvos hoy! – Charles Spurgeon

Por naturaleza el hombre huye de Dios. Y si regresa a Dios es solamente por gracia. – Charles Spurgeon

La verdadera fe en Dios nos hará también abundantes en buenas obras. – Charles Spurgeon

Donde hay mucha fe, habrá ciertamente abundancia de buenas obras.  – Charles Spurgeon

No debemos nuestra conversión al razonamiento del filósofo ni a la elocuencia del orador, ni tampoco a nuestras cualidades naturales o a nuestros esfuerzos personales; somos, como Isaac, hijos del poder de Dios conforme a la promesa. – Charles Spurgeon

RELACIONADO: Citas de Charles Spurgeon sobre calvinismo – arminianismo – doctrinas de la gracia (Parte 1)

*Charles Haddon Spurgeon fue un teólogo, predicador, misionero, erudito bíblico, escritor y pastor bautista inglés, conocido porque, según la Internet Christian Library, a lo largo de su vida evangelizó alrededor de 10 millones de personas y a menudo predicaba 10 veces a la semana en distintos lugares


Un comentario en «Citas de Charles Spurgeon sobre calvinismo – arminianismo – doctrinas de la gracia (Parte 2)»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *