Por: John MacArthur
2:1–3 Estas palabras afirman que Dios había concluido su obra. Se dice cuatro veces que había acabado su obra, y tres que esto incluía toda su obra. Los procesos actuales del universo reflejan la actividad de Dios sosteniendo esta creación acabada, no más creación (cp. He. 1:3).
2:2 acabó… reposó. Desde luego, Dios no reposó debido a fatiga; más bien, al establecer el modelo para el ciclo de actividad humana, solo ejemplificó la necesidad de reposo. Posteriormente, la ordenanza del sábado dada por Moisés se fundamentó en la semana de la creación (cp. Éx. 20:8–11). El sábado fue el día sagrado de Dios ordenado para el ciclo semanal. Jesús dijo: “El día de reposo fue hecho por causa del hombre” (Mr. 2:2) y en Gn. 2:3 se dice que Dios “santificó” o apartó el sábado porque Él reposó en dicho día. Posteriormente fue separado como día de culto en la ley de Moisés (vea las notas sobre Éx. 20:8–11). Hebreos 4:4 distingue entre el reposo físico y el reposo redentor al que señalaba. Colosenses 2:16 deja claro que el “día de reposo” mosaico no tiene un lugar simbólico ni ritual en el nuevo pacto. La iglesia comenzó a adorar en el primer día de la semana para conmemorar la resurrección de Cristo (Hch. 20:7). 2:4–4:26 La historia de los cielos y de la tierra (v. 4).
2:4–25 los orígenes de. Esta sección provee los detalles de la creación del hombre en el sexto día, que no se incluyeron en 1:1–2:3. ¿Cómo consiguió Moisés este relato, tan diferente de las absurdas ficciones de los paganos? No de alguna fuente humana, porque el hombre no había estado presente para ser testigo de ello. Tampoco de la luz de la razón, porque aunque el intelecto puede conocer el poder eterno de la deidad (Ro. 1:18–20) y que Dios ha hecho todas las cosas, no puede saber cómo. Nadie más que el Creador mismo pudo dar esta información y, por ello, es por la fe que entendemos que el universo fue constituido por la Palabra de Dios (He. 11:3).
2:4, 5 toda planta del campo antes. El versículo 4 da un sumario de los días uno y dos, antes de la vegetación del día 3.
2:6 subía de la tierra un vapor. Esto debe ser traducido “flujo”. Indica que agua subía desde abajo del suelo como manantiales y se esparcía por toda la tierra, en un ciclo constante de agua. Después de la caída, la lluvia se convirtió en el medio primordial de regar la tierra e hizo posible que hubieran inundaciones y sequías, que no existían inicialmente. Las lluvias también permitieron que Dios juzgara mediante inundaciones y sequías.
2:7–25 Este relato detalla el día 6 (cp. 1:24–31).
2:7 formó. Muchas de las palabras empleadas en este relato de la creación del hombre retratan a un maestro artesano trabajando, conformando una obra de arte a la que da vida (1 Co. 14:40). Esto añade detalles a la declaración del hecho en sí en 1:27 (cp. 1 Ti. 2:13). Cp. Sal. 139:14. Hecho de barro, el valor del hombre no reside en sus componentes físicos que constituyen su cuerpo, sino en la calidad de la vida que constituye su al ma (vea Job 33:4).
2:8 huerto… Edén. Los babilonios llamaban edenu a la tierra verde exuberante de la que brotaba agua; en la actualidad el término “oasis” describe un lugar así. Este era un magnífico paraíso, diferente de cualquier otro que el mundo haya visto desde entonces, donde Dios tenía comunión con aquellos que Él había creado a su imagen. Se desconoce el emplazamiento exacto de Edén; si “al oriente” se usa en relación con el lugar donde estaba Moisés cuando escribía, entonces podría tratarse de la región de Babilonia, el Valle de Mesopotamia.
2:9 el árbol de vida. Un verdadero árbol, con propiedades especiales para sustentar la vida eterna. Estaba situado en el centro del huerto, donde debió ser visto por Adán, que quizás consumía su fruto, con lo que sustentaba su vida (2:16). En los cielos nuevos y en la tierra nueva habrá un árbol así, símbolo de la vida eterna (vea las notas sobre Ap. 22:2, 14). árbol… ciencia. Cp. 2:16; 3:1–6, 11, 22. Quizás recibió este título porque era una prueba de obediencia por la que fueron probados nuestros primeros padres, si serían buenos o malos, si iban a obedecer a Dios o si desobedecerían su mandamiento.
2:10 salía. Es decir, “la fuente”, y probablemente se refiere a algún gran manantial brotando en el interior del huerto, procedente de algún depósito subterráneo. No había lluvia en aquel tiempo.
2:11 Pisón… Havila. Sus emplazamientos son indeterminados. Esto pertenece a la geografía antediluviana, ahora dramáticamente alterada.
2:12 bedelio. Una gomorresina. Se refiere más a su apariencia que a su color, es decir, tenía la apariencia de una resina pálida.
2:13 Gihón… Cus. El emplazamiento de este río es incierto. Cus podría ser la actual Etiopía.
2:14 Hidekel… Asiria. El río Tigris posdiluviano corre del NO al SE pasando por el este de la ciudad de Babilonia, atravesando el Valle de Mesopotamia. Eufrates. Un río que corre paralelo (NO a SE) del Tigris y que desemboca en el Golfo Pérsico después de confluir con el Tigris.
2:15 labrara… guardase. El trabajo era una parte importante y dignificada de representar la imagen de Dios y de servirle, incluso antes de la caída. Cp. Ap. 22:3.
2:17 ciertamente morirás. “Morir” conlleva la idea básica de separación. Puede denotar separación espiritual, tanto física como eterna. En el momento de su pecado, Adán y Eva murieron espiritualmente, pero debido a que Dios tuvo misericordia de ellos no murieron físicamente hasta un tiempo después (5:5). No se da razón alguna para esta prohibición, aparte de que fue una prueba (vea la nota sobre v. 9). No había nada mágico en aquel árbol, pero comer de él después de haber sido prohibido por Dios proporcionaría ciertamente al hombre el conocimiento del mal, por cuanto el mal se puede definir como la desobediencia a Dios. El hombre ya tenía el conocimiento del bien.
2:18 No es bueno. Cuando Dios vio su creación como muy buena (1:31), la contempló como que era hasta aquel punto el resultado perfecto de su plan creador. No obstante, al observar el estado del hombre como no bueno, comentó acerca de su condición incompleta antes del final del sexto día, por cuanto la mujer, la pareja de Adán, todavía no había sido creada. Las palabras de este versículo resaltan la necesidad que tiene el hombre de una compañera, de una ayudadora y de una igual. Él estaba incompleto sin alguien que lo complementase en el cumplimiento de la tarea de llenar, de multiplicarse y de sojuzgar la tierra. Esto señala la incompetencia de Adán, no la insuficiencia de Eva (cp. 1 Co. 11:9). La mujer fue hecha por Dios para suplir la deficiencia del hombre (cp. 1 Ti. 2:14).
2:19 Esta no es una nueva creación de animales. Habían sido creados antes que el hombre en los días quinto y sexto (1:20–25). Aquí Jehová Dios llama la atención al hecho de que Él los había creado “de la tierra” como lo había hecho con el hombre, pero el hombre, que era un alma viviente a imagen de Dios debía ponerles nombres, lo que significaba su dominio sobre ellos.
2:20 puso… nombre a. Nombrar es un acto de discernir algo acerca de la criatura para identificarla apropiadamente, y también un acto de mando o autoridad sobre aquello que ha sido nombrado. No hay parentesco con ningún animal, por cuanto ninguno de ellos era un compañero idóneo para Adán.
2:21 una de sus costillas. Esto podría ser también “costados”, incluyendo la carne que rodeaba (“carne de mi carne”, v. 23). La cirugía divina por parte del Creador no presentaba ningún problema. Esto implicaría también el primer acto de sanidad en las Escrituras.
2:23 hueso de mis huesos. El poema de Adán se centra en nombrar al deleite de su corazón en esta compañera recién hallada. El varón (ish) la nombra “varona” (isha), porque ella tenía su origen en él (la raíz de la palabra “mujer” es “suave”). Verdaderamente fue hecha de hueso de sus huesos y de carne de su carne. Cp. 1 Co. 11:8. Las palabras varón / varona mantienen la misma relación que las palabras hebreas, haciendo alusión a aquella creación original.
2:24 dejará… se unirá. La relación conyugal se estableció como la primera institución humana. La responsabilidad de honrar a los padres de uno (Éx. 20:12) no cesa con la partida y con la unión del marido con su mujer (Mt. 19:5; Mr. 10:7, 8; 1 Co. 6:16; Ef. 5:31), pero sí que representa la inauguración de una nueva responsabilidad primordial. “Unirá” conlleva el sentido de una unión permanente o indisoluble, de modo que no se consideraba el divorcio (cp. 2:16). “Una carne” habla de una total unidad de partes que constituyen un todo, p.e., un racimo, muchas uvas (Nm. 13:23) o un Dios en tres personas (Dt. 6:4); así esta unión conyugal quedaba completa e íntegra con dos personas. Esto implica también su suficiencia sexual. Un hombre y una mujer constituyen la pareja para reproducirse. La “una carne” se ve primordialmente en el hijo que nace de esta unión, el resultado perfecto de la unión de dos personas. Cp. los usos de este versículo en Mt. 19:5, 6; Mr. 10:8; 1 Co. 6:16; Ef. 5:31. La monogamia permanente era y sigue siendo el designio y la ley de Dios para el matrimonio.
2:25 ambos desnudos… no se avergonzaban. Sin conocimiento del mal antes de la caída, incluso la desnudez era sin vergüenza e inocente. Ellos encontraban su total gratificación en el gozo de su unión mutua y su servicio a Dios. Sin ningún principio interior de maldad en operación, la solicitación al pecado tenía que venir de fuera, y así sucedió.
👉 REGRESA AL ÍNDICE
Tomado de Biblia de Estudio MacArthur Génesis.