No olvides compartir con tus amigos ....

Por: Thomas Boston.

Este artículo forma parte de la serie: ¿Soy realmente cristiano?

Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación. Mateo 12:45.

Duda: “Creo que mi corazón sufrió más trastornos después de convertirme en cristiano que antes, cuando no lo era. ¿Es esto consistente con alguien que debería haber sido transformado por Cristo”?

Respuesta: De hecho, hay casos terribles de personas que parecen haberse convertido en cristianos, pero que posteriormente renuncian a la fe y caen en una inmoralidad flagrante y manifiesta. Parece que el diablo vuelve a sus corazones con siete espíritus peores que él (cf. Mt. 12:45). Tales personas se encuentran en un estado espiritual increíblemente peligroso. Están en peligro de pecar contra el Espíritu Santo. Deben arrepentirse, antes de que sea demasiado tarde. Sin embargo, este no es necesariamente tu caso.

La corrupción puede despertarse en un cristiano aún más fuerte de lo que era antes de convertirse en cristiano. Puede parecer que todas las fuerzas del infierno se han alzado para tratar de capturarte como un fugitivo escapado. Tales movimientos pueden ocurrir en verdad en aquellos que han sido verdaderamente transformados por Cristo. Cuando la gracia que restringe se levanta contra la corrupción en un nuevo creyente, no es de extrañar que la corrupción trate de contraatacar –»rebela contra la ley de mi mente» (Rom. 7:23). El pecado resistirá con más fuerza cuando sepa que este nuevo principio está tratando de expulsarlo.

Cuando el sol brilla a través de una ventana, vemos todo el polvo de la casa que antes no veíamos. Asimismo, cuando la luz de la gracia brilla en nuestras vidas, vemos corrupción dentro de nosotros que no habíamos notado antes. El pecado no está completamente muerto en el alma del creyente. Está muriendo una muerte lenta. Él está siendo crucificado. No es de extrañar que empiece a luchar tan duro – él sabe que está a punto de morir, ¡así que lucha para vivir! Además de todo esto, el cristiano puede enfrentarse a tentaciones más fuertes y numerosas después de su conversión. Satanás tiene que trabajar más duro para tratar de traer de vuelta al que ha escapado que para proteger al que todavía está cautivo.

El autor de Hebreos dice: “después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos” (Heb. 10:32). Luego añade: “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón” (v. 35). Recuerda, la gracia de Dios es suficiente para ti; y el Dios de paz pronto aplastará a Satanás bajo Sus pies. Recuerda cómo Faraón y los egipcios tenían atrapados a los israelitas en el Mar Rojo, pero Dios intervino y los derribó (Éx. 14). No dejes que esta duda destruya los cimientos de tu confianza. Vacíate de dudas. Fortalécete en el Señor y en el poder de Su Fuerza, y saldrás victorioso.

RELACIONADO: Si soy cristiano, ¿por qué sigo luchando con el pecado”?

*Thomas Boston «el Viejo», teólogo escocés, nació en Dunse, Berwickshire, el 17 de marzo de 1677 y murió en Ettrick, Selkirkshire, el 20 de mayo de 1732.


Un comentario en «¿Soy realmente cristiano? [Parte 3]- Thomas Boston»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *