Por: Max Lucado.
Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu. Salmo 34.18
«Las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron», dijo Pablo, «a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza» (Romanos 15.4).
Estas historias no son solo para la Escuela Dominical. No son fábulas románticas. Son momentos históricos en los cuales un Dios real se encontró con verdadero dolor de modo que pudiésemos responder a la pregunta: «¿Dónde está Dios cuando sufro?»
¿Cómo reacciona Dios ante las esperanzas rotas? Lee la historia de Jairo. ¿Cómo se siente el Padre con respecto a los enfermos? Párate con Él junto al estanque de Betesda. ¿Anhelas que Dios hable a tu corazón solitario? Entonces escucha cuando habla a los discípulos camino a Emaús…
No lo hace por ellos solamente. Lo está haciendo por mí. Lo está haciendo por ti.
El Dios que habló, todavía habla. El Dios que vino aún viene. Viene a nuestro mundo. Viene a tu mundo. Viene a hacer lo que tú no puedes.
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Fuente: Todavía Remueve Piedras
