Por: Dwight Moody
Este artículo pertenece a la serie: «120 meditaciones de D.L. Moody»
«Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré». SALMO 91:15
Si le pedimos a Dios que nos libre y nos dé victoria sobre el pecado, él no se hará de oídos sordos. No importa cuán corrupta haya sido la vida, no importa cómo haya sido el pasado, no importa cuán desobediente se haya sido. Si uno realmente quiere volver a Dios, Él acepta la mente dispuesta y el corazón arrepentido. Dios escuchará la oración y responderá. Simplemente, sea sincero y Dios responderá a su clamor.
Por supuesto, hay clamores falsos y arrepentimiento fingido. Las madres entienden esto. Saben cuándo sus hijos lloran sinceramente o si es un llanto fingido. Pero si el hijo da un llanto de angustia, la madre dejará todo y llegará corriendo a ayudar a su hijo. De igual manera, nunca he oído que Dios decepcione a alguien que es sincero en cuanto a la salvación de su alma o que busca una vida más consagrada.
Reflexión: ¿Por qué cree que la seriedad y la sinceridad son tan importantes para Dios? ¿Le cuesta a veces ser totalmente sincero cuando se acerca a Él? ¿Por qué sí o por qué no?
LEA ADEMÁS: ¿Cuánto valor tienen para ti las Escrituras? – D. L. Moody
*Dwight Moody conocido como D.L. Moody, fue un evangelista, además de fundar la Iglesia Moody, la escuela Northfield y escuela Mount Hermon en Massachusetts, el Instituto Bíblico Moody y la Moody Press. Lee su biografía HACIENDO CLIC AQUÍ
Excelente, me gusta mucho esta reflexion