Por: J.C. Ryle
Estad muy seguros de que el autoconocimiento es el primer paso hacia el cielo. Conocer la indecible perfección de Dios y nuestra propia inmensa imperfección, ver nuestra indecible imperfección y corrupción, es el ABC de la religión salvadora.
Cuanto más luz interior tengamos, tanto más humildes y humillados seremos, y tanto más comprenderemos el valor de esa cosa despreciada, el Evangelio de Cristo. Aquel que piensa peor de sí mismo y de sus propias acciones es quizás el mejor cristiano ante Dios. Bien les iría a muchos si oraran, noche y día, esta sencilla oración: «Señor, muéstrame a mí mismo».
ARTÍCULO DE INTERÉS → Hipócrita: No puedes engañar a Dios – J.C. Ryle
Holiness: Its Nature, Hindrances, Difficulties, and Roots, “Unsearchable Riches”, [Moscow, ID: Charles Nolan Publishing, 2001], 346.
