Por: John MacArthur
Este artículo forma parte de la serie de devocionales «Fortaleza para hoy»
«No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles». HEBREOS13:2
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La hospitalidad debe ser característica de todos los cristianos puesto que, cada vez que la mostramos, servimos al Señor.
Si usted es cristiano, su responsabilidad de amar a los demás no es solo con los creyentes. El apóstol Pablo es muy explícito y directo al respecto cuando indica: «Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos» (1 Tesalonicenses 5:15). «Con todos» incluye incluso a sus enemigos. La palabra «algunos», mencionada en el versículo de hoy, puede referirse tanto a los incrédulos como a los creyentes. El escritor de Hebreos dice que casi nunca sabemos el impacto completo que tiene la hospitalidad; por lo tanto, debemos estar alertas y diligentes siempre porque nuestras acciones pueden incluso influenciar a algunos en aras de la salvación.
La última parte de Hebreos 13:2 —sin saberlo, hospedaron ángeles—, destaca aun más el hecho de que nunca podemos saber cuán significativo o útil puede ser un acto de hospitalidad. Abraham no tenía idea de que dos de los tres hombres que pasaron por su tienda eran ángeles y que el tercero era el Señor mismo, pero aun así se desvió de su camino para mostrar su hospitalidad (Génesis 18:1-5). La principal motivación sigue siendo el amor, por el bien de aquellos a quienes ayudamos y para la gloria de Dios.
El Señor Jesús dice: «De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis» (Mateo 25:40). Como cristianos, servimos a Cristo cuando alimentamos a los hambrientos, acogemos al extraño, vestimos al desnudo y visitamos a alguien en prisión.
Rechazar a las personas, que tienen necesidades reales — sean creyentes o no—, es lo mismo que darle la espalda a Cristo (v. 45). La hospitalidad cariñosa es, por lo tanto, más que una opción; es un mandato.
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Sugerencias para la oración: Ore para que Dios le dé un mayor deseo de mostrar hospitalidad y que pueda ministrarle a una persona específica.
Para un estudio más profundo: Lea Génesis 18:1-15. Escriba las maneras positivas en que Abraham lidió con la oportunidad de mostrar amor a los extraños.¿Cuán bien trató Sara con esa situación? ¿Cómo se relaciona el ejemplo de su actitud con Hebreos 13:2?
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