Por: Paul Washer.
Satanás tienta a los hombres y, por lo tanto, es referido como el «tentador». La palabra «tentar» viene de la palabra griega /peirázō/, que significa «tentar, probar o examinar».
Cuando la palabra se utiliza con respecto a Dios tratando con el hombre, siempre se traduce como probar, y tiene el propósito de revelar lo que hay en el corazón del hombre y llevarlo a una mayor santificación. Santiago escribe: «Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie» (Sant. 1:13). Sin embargo, cuando la palabra se usa con relación a Satanás, denota tentación con el propósito de causar que el hombre peque.
Es importante notar que cuando un hombre cae a través de la tentación no tiene excusa ni pretexto para culpar a Satanás. Cada hombre es responsable de sus propias acciones y carga la culpa por estas. Santiago continúa diciendo en el versículo 14: «sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido».
Foto de David Clode en Unsplash
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