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Por: John MacArthur

Este artículo forma parte de la serie «Amor al dinero y las riquezas«

«Pero la piedad es en realidad un medio de gran ganancia, cuando va acompañada de contentamiento. Porque nada hemos traído al mundo, así que tampoco podemos sacar nada de él. Y si tenemos alimento y abrigo, con esto estaremos contentos» (1 Timoteo 6:6-8).

Los creyentes no deben tener una preocupación egocéntrica por el dinero.

Con toda la atención que la sociedad moderna presta al dinero, a lo que puede comprar y a los dividendos que puede obtener, los cristianos se ven continuamente desafiados a considerarlo adecuadamente. Pero la Escritura nos proporciona mucha ayuda y orientación en este ámbito. Está repleta de advertencias y amonestaciones sobre cómo debemos actuar y pensar en relación con el dinero y la riqueza.

Hay por lo menos ocho directrices bíblicas básicas que, cuando se creen y se siguen, nos darán una visión del dinero centrada en Dios.

Primero, tener dinero en sí mismo no es malo (1 Sam. 2:7).

Segundo, debemos reconocer que el dinero es un regalo de Dios y que nos llega a través de su providencia (Deut. 8:11-18).

Tercero, debemos estar dispuestos a perder nuestro dinero, si esa es la voluntad de Dios para nosotros. Job dijo: «El Señor dio y el Señor quitó. Bendito sea el nombre del Señor» (1:21).

En cuarto lugar, no debemos ser parciales con los que tienen mucho dinero (Santiago 2:1-10).

En quinto lugar, no debemos buscar arrogantemente la seguridad del dinero (Prov. 11:28; 1 Tim. 6:17).

Sexto, los afanes de ganar dinero nunca deben ser nuestra máxima prioridad en la vida (Mt. 6:33).

En séptimo lugar, debemos utilizar el dinero para fines eternos, es decir, para llevar a otros al Señor (Lucas 16:9).

Por último, no debemos acumular egoístamente ni gastar tontamente el dinero. Por el contrario, la verdadera generosidad debe caracterizar a todo creyente (Prov. 11:24-25; Lc. 6:38).

Al igual que un arma de fuego, el dinero puede usarse para fines buenos y fines malos, lo que significa que no hay nada inherentemente malo en él. Por lo tanto, la verdadera cuestión no tiene que ver con el dinero en sí, sino con nuestra actitud hacia él. El Señor quiere que veamos el dinero como Él lo hizo y que estemos contentos con lo que tenemos.

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Sugerencias para la oración: Confiese su actitud pecaminosa en una o más de las ocho áreas mencionadas hoy. Ora para que Dios reemplace esas actitudes pecaminosas hacia el dinero con sus actitudes justas.

Para estudiar más a fondo: Lee Deuteronomio 8:11-18.

  • ¿Qué favores divinos les recuerda Dios a los israelitas?
  • ¿Qué pecado le ocurrirá con seguridad a cualquier creyente que olvide que Dios es el que hace posible la riqueza?

De Fortaleza para hoy por John MacArthur Copyright © 1997. Usado con permiso de Crossway Books, una división de Good News Publishers, Wheaton, IL 60187, www.crossway.com.


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4 comentarios en «La actitud correcta hacia el dinero; 8 directrices que debe creer sobre las riquezas – John MacArthur»

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