Por: Nancy Leigh DeMoss
Este artículo forma parte del devocional «Un lugar apacible«
Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba (Mr. 1:35).
JESÚS HABÍA ESTADO DESPIERTO HASTA TARDE LA NOCHE ANTERIOR, después de un día de ministración largo e intenso. Las personas reclamaban su atención; lo oprimían incesantemente con sus necesidades apremiantes, al correrse la voz de su poder sobrenatural sobre los demonios y las enfermedades. Sin embargo, al clarear el alba, nuestro Salvador iba a un lugar tranquilo, alejado de las multitudes, para buscar y disfrutar de la comunión con su Padre celestial. Esto no era algo que Él “debía” hacer; era su mayor deleite.
En comparación, muchos creyentes que conozco toman su “tiempo devocional” como una obligación; cumplen fielmente su rutina, pero no llegan a sentir realmente que se han encontrado con Dios. A algunos les cuesta tener constancia; han fallado tantas veces que se sienten tentados a rendirse, o ya lo han hecho. Hay otros que ni siquiera tienen una vida devocional personal, y no tienen idea de lo
que se están perdiendo.
Y después están aquellos pocos, cuyas vidas evidencian el fruto dulce y delicioso de encontrarse con Dios constantemente. La fragancia de sus vidas me provoca el anhelo de conocer más íntimamente a Dios.
Como verás, más que un deber de la vida cristiana, el hábito del devocional diario es una increíble oportunidad de conocer al Dios del universo. Sorprendentemente, Él nos ha extendido la invitación de acercarnos más a Él, entrar humilde y confiadamente al Lugar Santísimo y desarrollar una relación de amor creciente con Él.
Jesús dijo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” (Jn. 7:37). Esta colección de devocionales es para almas sedientas. Es una invitación a buscar a Dios. Así que ven y bebe en abundancia. Deja que Él sacie tu sed, día a día. Y entonces verás que los ríos de agua viva fluyen a través de ti y aplacan la sed de quienes te rodean.
¿Piensas en la vida devocional diaria como un deber o un deleite?
Pide a Dios que te de sed: que acreciente tu deseo de disfrutar de la comunión diaria con el Amante de tu alma.
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Nancy, visita Aviva Nuestros Corazones.
*Nancy Leigh DeMoss es una autora y predicadora cristiana estadounidense. A la vez es anfitriona de los programas de radio Revive Our Hearts («Aviva Nuestros Corazones«)
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