Por: J. C. Ryle
¿Quieres comprender lo que los tiempos exigen de ti en referencia a tu propia alma? Escucha, y te lo diré. Vives en tiempos de peculiar peligro espiritual. Tal vez nunca hubo más trampas y escollos en el camino al cielo; ciertamente nunca esas trampas fueron tan hábilmente cebadas, y esas trampas tan ingeniosamente hechas.
Cuida lo que haces. Mira bien tus andares. Reflexiona sobre los caminos de tus pies. Mirad que no vengáis al dolor eterno, y arruinéis vuestra propia alma. Cuidado con la infidelidad práctica bajo el engañoso nombre de libre pensamiento.
Cuidado con un estado de impotencia de indecisión acerca de la verdad doctrinal bajo la idea plausible de no tener un espíritu partidista, y bajo la influencia nefasta de la llamada liberalidad y caridad. Cuídate de desperdiciar la vida en desear y significar y esperar el día de la decisión, hasta que la puerta se cierre, y te entreguen a una conciencia muerta, y mueras sin esperanza. Despierta a un sentido de tu peligro.
[…] El reino de Dios está muy cerca. Cristo el Salvador todopoderoso, Cristo el Amigo del pecador, Cristo y la vida eterna, están listos para ti si solo vienes a Cristo.
Levántate y desecha las excusas; este mismo día Cristo te llama. No esperes compañía si no puedes tenerla […] . Los tiempos, repito, son desesperadamente peligrosos. Si solo unos pocos están en el camino angosto de la vida, decida que, con la ayuda de Dios, usted será de todos modos uno de los pocos.
Fuente: Tratado Needs of the Times
*J. C. Ryle (1816-1900): Obispo anglicano, que nació en Macclesfield, Cheshire County, Inglaterra
