Por: Teología Sana.
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ENTENDIENDO EL PACTO ABRAHÁMICO
«Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti».(Gn 17:7)
Cuando Dios estableció el Pacto
Abrahámico este constaba de dos administraciones, una interna y otra externa. Esto lo sabemos porque a Abraham se le dio la circuncisión como sello de la fe salvífica que él tuvo (Ro. 4:11) y tal circuncisión sirvió como señal del pacto entre él y Dios (Gen. 17:10-11). De lo cual entendemos que Abraham estuvo en la administración interna del Pacto en donde hay vida eterna. Sin embargo, por otro lado, esta circuncisión en su calidad de «sello del Pacto» fue igualmente aplicada a los hijos de Abraham sin tener ellos fe, y por lo tanto, sin implicar en ellos vida eterna. De lo cual observamos que ellos estuvieron en el Pacto en un modo distinto al de su padre; ellos estuvieron en lo que llamamos la administración externa del Pacto, en donde no hay vida eterna.
Por tanto, desde aquella época el Pacto entre Dios y los suyos tuvo una administración interna y espiritual, en la cual hay salvación; y una administración externa y terrenal, en la cual no hay salvación. Desde entonces las promesas espirituales y eternas fueron para la administración interna; y las terrenales y temporales para la administración externa (en la cual están también todos los que yacen internamente en el Pacto).
Cuando Cristo llegó, ¿qué sucedió con esto?
Cuando Dios estableció el Pacto Abrahámico lo estableció con Abraham tanto como con Cristo. Gálatas 3:16 dice: «Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo».
De modo que este pacto con dos administraciones, una interna y otra externa, fue dado también a Cristo. No siendo ya la circuncisión el sello del Pacto sino el bautismo. Por lo que, tal como la circuncisión era aplicada en dos sentidos: (1) para creyentes como Abraham y (2) para hijos de creyentes como los hijos de Abraham; así ahora en Cristo el bautismo es administrado bajo el mismo principio, para los creyentes y para sus hijos. Significando esto que los primeros yacen en la administración interna del Pacto mientras que los últimos en la administración externa de este.
Es por esto que el Nuevo Testamento incluye en el Pacto a los que creen tanto como a sus hijos (Hch. 2:39) y esto sigue siendo de manera distinta en unos como en otros, tal como con Abraham. Por eso los apóstoles bautizaban hogares enteros (familias) y no solo individuos, y lo hacían tomando la fe del jefe del hogar como requisito suficiente, tal como la circuncisión con Abraham. También por eso el Nuevo Testamento da constantes advertencias de juicio temporal y eterno aún a los que están dentro del Pacto pues, entre ellos, muchos no son salvos, tal como en el Pacto Abrahámico.
Pues, tal como la misma Escritura dice: «Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade» (Gál. 3:15); así como también «El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa» (Gal 3:17). De modo que el Pacto Abrahámico jamás fue abrogado, antes bien, en Cristo estamos en él, puesto que el Pacto Abrahámico, desde siempre, fue solo una dispensación del eterno Pacto de Gracia por el cual toda persona ha sido salva en Cristo.
El bautismo es al creyente del nuevo pacto,lo que fue la circuncisión a los creyentes del antiguo, y en ese sentido fue tomado por la iglesia primitiva,al octavo día el hombre era circuncidado y se le colocaba el nombre,lo podemos ver en Jesús y en Juan el Bautista, aunque la biblia no registra bautismos de niños,tampoco lo prohíbe, algunos escritos de los padres de la iglesia registran el bautismo de niños, cuando Pablo le habla al carcelero y le dice cree en el señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa, la escritura registra que toda la familia del carcelero se bautizó, también dice Pablo,que el bautizó a la familia de Estefan,la pregunta es sería que en esas dos familias no habían niños,ahora cuando los judíos circuncidado a un niño,se comprometen a instruirlos en el camino de Dios, cuando llega a cierta edad, es presentado en la cinagoga; y debe tener conocimiento de las principales doctrinas judías y desde hay puede ser parte de las diez personas que son el número mismo,que se requiere para iniciar un servicio sinagogal,en nuestro medio cristiano,a muchos se le niega el bautismo por razones extrabiblicas,y la palabra tampoco determina que haya edad para bautizarse,esto en nuestro medio desde el inicio de la iglesia reformada se ha convertido en un desorden,y los primeros creyentes reformados,fueron conocidos como anabaptistas,este era un mote burlesco que significa rebautizadores, personalmente no me párese mal bautizar niños,ni tampoco bautizar adultos,lo que si me párese mal es rebautizar,solo sería válido cuando el candidato haya sido bautizado ,de manera diferente a lo que dice la escritura.
pienso yo que el.bautizo es un paso de fe en señal de arrepentimiento de pecados y de una nueva vida en Jesucristo. Si leemos Romanos cap. 6 podemos entender más a fondo.
53% de creyentes en que sea un bautismo no bíblico y apoyado por otra denominación…es bajo y me sorprende.
Es total falsedad, debemos ser bautizados tras arrepentimiento de nuestros pecados.
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