Por: Paul Washer
La verdadera belleza de un mujer es un espíritu afable y sereno (1 Pedro 3:3-4), es decir, a una forma de actuar que es tierna y apacible, y dice de esas dos cualidades que ellas son lo realmente precioso ante Sus ojos . El pasaje nos dice que ambas posesiones son de gran estima ante los ojos de Dios. Si Dios dice que algo es hermoso, no debe haber la menor duda de que eso es el «peinado, la prenda, y el atuendo» más hermoso que puede existir en toda la creación.
Ciertamente Dios es un Dios de orden: le gusta la simetría y es el autor de la estética. Solo basta ver los hermosos colores de la creación y la combinación que vemos en la naturaleza, por lo que esto no es un llamado a descartar el cuidado y la belleza personal. Pero sí es un llamado a cuidar más nuestro corazón, a no desviarnos tras las pasiones de este mundo que nos hacen descuidar el cultivo de nuestro carácter cristiano. Gastemos nuestro tiempo e invirtamos nuestros recursos en embellecer lo que realmente Dios llama hermoso: la belleza del corazón. Al final, Cristo no murió y resucitó para hacernos hermosos peinados, sino para hacernos hermosos en nuestros corazones.
Es muy apreciable, a mi entendimiento, los consejos del Pastor Paul Washer y un ejemplo a seguir su testimonio en Cristo, con respecto al matrimonio y a la educación de los hijos tengo mucho por descubrir para dejarles un legado a mis hijas y nietos…fui muy bendecida , a paesar de ser divorciada Dios me regaló 8 hermosos nietos , a quienes quiero dejarles una herencia en Cristo..
.ES QUE TODO SE TRATA DE CRISTO EN NUESTRAS VIDAS¡¡¡¡
Verdad, hermana? Gloria al Señor por la vida de estos hombres!