Por: J. C. Ryle
He aquí unas palabras para aquellos que oran: Que nada en absoluto te desanime. A menudo se puede sentir gran desilusión. Sus tiempos de oración pueden ser tiempos de conflicto. Pero esto es bastante común, porque el diablo odia ver que oremos. Por lo que debe persistir y seguir adelante. Permítanme entonces ofrecerle algunas palabras de consejo fraternal acerca de sus oraciones.
Recuerde la importancia de la reverencia y la humildad en la oración. Piense en quién es Dios y quién es usted.
Recuerde la necesidad que tiene de la ayuda del Espíritu Santo en la oración, y tenga cuidado de no dejar que sus oraciones se convierten en una mera formalidad rutinaria.
Recuerde lo importante que es orar regularmente. Usted debe ver la oración como una de las actividades más importantes de cada día, y el tiempo para la oración debe estar integrado en su rutina diaria.
Recuerde la importancia de perseverar en la oración. Es frecuente tener la tentación de descuidar sus oraciones, o hacerlas más cortas. Esto siempre viene del diablo, no importa qué tan justificadas sean las razones para hacerlo nunca deje de orar.
Sea sincero en la oración. Es la oración «ferviente» la que logra mucho (Santiago 5:16).
Recuerda la importancia de orar con fe. Tenemos que creer que si pedimos conforme a la voluntad de Dios serán contestadas nuestras oraciones (Marcos 11:24). Usted debe esperar respuestas a sus oraciones.
Tenga en cuenta la importancia de la confianza en sus oraciones. No me refiero a una familiaridad impropia, sino hablando con Dios sobre la base de su propia palabra y promesa.
Recuerda la importancia de pedirle a Dios por mucho. Con qué frecuencia es verdad de los creyentes que ellos «no tienen porque no piden» (Santiago 4: 2).
Sea específico en la oración. Confiesa tus pecados específicos; ore por sus debilidades específicas; dígale a Dios sus necesidades específicas.
Recuerde la importancia de orar por los demás. Tenga cuidado de dejar que sus oraciones se vuelven cortas y egocéntricas.
Sea agradecido en la oración. Tenemos mucho que agradecer, y no me atrevo a llamar cualquier rezo (cosas que se dicen de memoria y a veces sin ningún entendimiento) una oración verdadera si el agradecimiento no tiene parte en ella.
Por último, permítanme recordarles la necesidad de la vigilancia sobre sus oraciones. La verdadera experiencia cristiana comienza con la oración; florece en la oración; y se desaparece con el abandono de la oración. La oración es una especie de pulso-espiritual por medio de ella sabemos si hay vida espiritualmente saludable o no. Sea vigilante sobre su vida de oración, y realmente me sorprendería mucho si algo le va mal con su progreso espiritual.
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Hola, muy bueno los materiales que suben.
Quería saber que opinan sobre este cantante Santiago Benavides? Y sus letras…. Gracias bendiciones