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Leviatán – Diccionario Bíblico Sencillo

tip, FAUN ver, CREACIÓN, DILUVIO, BEHEMOT vet,= «arrollado en espiral». Nombre empleado en poesía hebrea; muchos expositores lo identifican provisionalmente como cocodrilo, pero es evidente que sus características no coinciden con él (Job 41:2) «¿Pondrás tú soga en sus narices, Y horadarás con garfio su quijada?». (Salmos 74:14) «Magullaste las cabezas del leviatán, Y lo diste por comida a los moradores del desierto». Si se considera la gran antigüedad de Job, y el hallazgo de huellas humanas junto con las huellas de dinosaurios en el río Paluxy en Texas (véase Bibliografía), así como el modelo cataclísmico de historia de la tierra (véanse CREACIÓN y DILUVIO y las respectivas bibliografías), no hay razón alguna para no aceptar la presencia de un remanente de dinosaurios terrestres (véase BEHEMOT) y marinos, como lo seria el leviatán, que quedaría incluido en (Génesis 1), dentro de la categoría de los «grandes monstruos marinos». Bibliografía: Morris, J.: «Las huellas del río Paluxy»; y Beierle, F.: «Un nuevo tipo de evidencia del Paluxy», en Anegado en Agua (Sedin, Apdo. 2002, Sabadell, España).

Leviatán – Diccionario Perspicacia

(heb. liw·ya·thán).

Se cree que esta palabra hebrea, que aparece seis veces en la Biblia, proviene de una raíz que significa “guirnalda”; por lo tanto, el nombre se refiere a algo “sinuoso” o “que forma pliegues”. La mayoría de las traducciones de la Biblia la transliteran.

Salvo en el caso de (Job 3:8) «Maldíganla los que maldicen el día, Los que se aprestan para despertar a Leviatán». Las referencias a Leviatán lo relacionan con el agua, por lo que parece designar a un animal acuático de grandes proporciones y fuerza, aunque no necesariamente una especie concreta. En el (Salmos 104:25-26), se dice que juega en el agua donde los barcos navegan, por lo que muchos piensan que en este texto el término se refiere a algún tipo de ballena. Aunque las ballenas no son comunes en el Mediterráneo, tampoco son desconocidas, pues en un museo de Beirut (Líbano) se hallan dos restos de esqueletos de ballenas. An American Translation traduce “cocodrilo” en lugar de Leviatán. Además, la palabra “mar” (yam) por sí misma no es determinante, puesto que en hebreo puede aludir a un lago grande, como el mar de Galilea (mar de Kinéret) (Números 34:11) «y bajará este límite desde Sefam a Ribla, al oriente de Aín; y descenderá el límite, y llegará a la costa del mar de Cineret, al oriente». (Josué 12:3) «y el Arabá hasta el mar de Cineret, al oriente; y hasta el mar del Arabá, el Mar Salado, al oriente, por el camino de Bet- jesimot, y desde el sur al pie de las laderas del Pisga». O incluso al río Nilo (Isaías 19:5) «Y las aguas del mar faltarán, y el río se agotará y secará». O al Éufrates. (Jeremías 51:36) «Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí que yo juzgo tu causa y haré tu venganza; y secaré su mar, y haré que su corriente quede seca».

La descripción de “Leviatán” que encontramos en (Job 41:1-34), encaja perfectamente con el cocodrilo, y el “mar” del (versículo 31), puede referirse a un río, como el Nilo, o a otra masa de agua dulce. No obstante, hay que tener en cuenta que a algunos cocodrilos, como los cocodrilos del Nilo (Crocodylus niloticus), se les ha hallado a lo largo de la costa, y que en algunas ocasiones se adentran en el mar, a cierta distancia de la tierra.

En el (Salmos 74), se describe cómo salvó Dios a su pueblo, y los (versículos 13-14), hacen referencia simbólicamente a la liberación de Israel de Egipto. En esta ocasión, el término “monstruos marinos [heb. than·ni·ním, plural de tan·nín]” se usa como una expresión paralela de “Leviatán”, y el quebrantar las cabezas de Leviatán bien puede aludir a la derrota aplastante infligida al Faraón y a su ejército al tiempo del éxodo. Los targumes arameos dicen “los fuertes del Faraón” en lugar de “las cabezas de Leviatán”. Compárese con (Ezequiel 29:3-5), donde se asemeja al Faraón a un “gran monstruo marino” que está en medio de los canales del Nilo; también con (Ezequiel 32:2) «Hijo de hombre, levanta endechas sobre Faraón rey de Egipto, y dile: A leoncillo de naciones eres semejante, y eres como el dragón en los mares; pues secabas tus ríos, y enturbiabas las aguas con tus pies, y hollabas sus riberas». Al parecer, en (Isaías 27:1) «En aquel día Jehová castigará con su espada dura, grande y fuerte al leviatán serpiente veloz, y al leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar». Leviatán (Septuaginta, “el dragón”) es el símbolo de un imperio: una organización de alcance internacional dominada por un personaje al que se denomina “serpiente” y “dragón”. (Apocalipsis 12:9) «Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él». Esta profecía trata del restablecimiento de Israel, y por consiguiente, el que Jehová ‘dirija su atención’ a Leviatán tiene que afectar a Babilonia. Sin embargo, los (versículos 12-13), no solo mencionan a Babilonia, sino también a Asiria y a Egipto. De modo que el término Leviatán debe referirse en este contexto a una organización o imperio internacional que se opone a Jehová y a sus adoradores.

Leviatán – Diccionario Bíblico Ilustrado Holman.

Nombre de una antigua criatura marina que significa “el enrollado” y a quien Dios contuvo. Aparece tanto en literatura bíblica como extrabíblica. Isaías 27:1 le atribuye una forma serpenteada (“al leviatán serpiente tortuosa”). La alusión a criatura del mar se usa de manera indistinta con otras misteriosas creaciones de la divinidad. Así también, Isa. 27:1 se refiere al leviatán como el “dragón que está en el mar”. El salmista en 74:14 presenta un leviatán de muchas cabezas que forma parte de los enemigos sobrenaturales de Dios que habitan en el mar. Job 3:8; 41:1-9 presenta a la criatura del mar como un enemigo demasiado formidable como para que una persona piense en despertarla. Sin embargo, Dios creó al leviatán y este está sujeto a Él (Sal. 104:24-30).

La literatura apocalíptica describe al leviatán que se quita las cadenas al final de la edad presente, solo para ser derrotado en un conflicto definitivo con la Deidad. Durante el siglo XII a.C., la literatura ugarítica de Ras Shamra describe al mítico Baal que derrota a la criatura del mar llamada Lotan (otra forma lingüística para leviatán). Los hititas escribieron acerca de una lucha entre el dragón Illuyankas y el mortal Hupasiyos. Un sello cilíndrico hallado en Tel Asmar que se remonta aprox. al 2350 a.C. muestra a dos hombres que luchan contra una serpiente de siete cabezas.

La antigua leyenda consideraba al leviatán como monstruo marino que tomaba parte en una guerra primigenia con los dioses. Esta criatura personificaba el caos que toda deidad creadora tenía que vencer a fin de poder realizar la creación. Al leviatán se lo ve también como amenaza para el orden del universo que finalmente será subyugado al final de las edades.

Los hebreos del AT estaban familiarizados con los antiguos mitos paganos del leviatán. Tal vez nunca se sepa hasta qué punto estos mitos sobre el leviatán influyeron sobre los hebreos, si en verdad lo hicieron. Las Escrituras utilizaron un nombre que les resultaba conocido a muchas personas, y así le quitaron el temor asociado al demostrar que Dios podía controlar fácilmente al leviatán que, de este modo, no constituía ninguna amenaza para el pueblo de Dios.

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