Por: Paul Washer
Quiero contarles acerca de una historia proveniente de África.
Había un señor que tenía una hija que no era nada bonita. Y en esa tribu, cuando un joven quería casarse con cierta muchacha, da una dote, o da una recompensa.
El regalo más grande que un joven podía dar por una esposa era ocho vacas. Digo, si eres una esposa de “ocho vacas”, de verdad que eres muy especial.
Bueno, este hombre tenía una hija que no era nada bonita. El estaba esperanzado de que le dieran una gallina o una cabra u otra cosa. De verdad, eso fue lo que dijo ese señor.
Y un día, este joven se presenta en la puerta de su casa. Y le dijo: “Quiero casarme con su hija” Y el padre pensó “No puedo creerlo.” El señor ni siquiera quería preguntarle si le iba a dar algo. Solamente quería que se la llevara.
Sin embargo, el señor le preguntó, “Bueno, ¿qué me darás?” Y el joven respondió “Voy a darle ocho vacas” Y todos en el pueblo dijeron, “Nunca se ha escuchado una cosa así. Nadie hace eso. ¿por qué estás dando 8 vacas por ella?” Y él respondió: “Porque siempre he querido una esposa de ‘ocho vacas’”. Yo sé que esto es gracioso, pero, ¿saben que es lo más hermoso de esa historia? Eventualmente la mujer se convirtió en una esposa de “ocho vacas”. Eventualmente ella se convirtió en la mujer más hermosa del pueblo. ¿pueden ver lo que esa historia nos enseña?
Maridos escúchenme. Sus esposas viven en un mundo horrible. Ponen imágenes de mujeres en la televisión y en las revistas que no son realistas. Y a veces sus esposas se comparan con esas cosas y ellas simplemente no igualan eso.
El mundo les dice que tienen que ser una súper modelo para poder tener romance, o para que alguien se apasione por ellas, y entonces nosotros, como esposos, nos sentamos ahí y no las apreciamos y ellas se van secando más, y más, y más. ¿Pueden ver lo horrible de eso? Saben, a veces la gente dice, “¿Por qué no hay un gran avivamiento?” Pero vean nuestro pecado. Solo vean la manera en cómo tratamos a nuestras esposas.
Algunos hombres dicen: “Bueno, yo soy un buen esposo. Proveo ropa, comida y la casa para mi esposa” Pues muchas gracias Sr. Cavernícola. ¿Ustedes piensan que eso es todo? ¿Qué ese es su trabajo?
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Suena tan linda esta preciosa historia, pero la realidad es que los hombres buscan la belleza fisica sin importarles la enorme bendicion que pueden obtener de una mujer temerosa de Dios, dispuesta a ser ayuda idonea, servir, ser complemento, y apoyar al hombre lider, cabeza de hogar. Pero claro no nos desanimemos oremos fervientemente para que Dios cambie su corazon de esos hombres verdaderos hijos de Dios que quiera una esposa en el pueblo de Dios de 8 vacas y no se vaya tras las filisteas que tarde que temprano pagara el precio de pensar como el mundo piensa. De rodillas las verdaderas hijas de Dios clamaran a su Señor por un Cristiano dispuesto a pagar 8 vacas o mas. Gloria a Dios!!
Amen hermana.
Es muy ambiguo, pues aveces esa es una justificación más que una responsabilidad, las obligaciones básicas todos las conocemos, y sabemos que hay que hacer más que eso para mostrar amor e interés por la esposa, pero si ella tiene un problema en su corazón que no ha sanado, será muy difícil complacerla, por lo tanto ambos deben rendir su corazón a Dios para que sanen las heridas del pasado y así poder seguir adelante cumpliendo con el diseño divino para el matrimonio